Palabra del día
Lectura del Día
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
Ef 6, 10-20
Hermanos: Busquen su fortaleza en el Señor y en su invencible poder. Utilicen las armas que Dios les ha dado, para poder resistir a las asechanzas del diablo. Porque no estamos luchando contra fuerzas humanas, sino contra las fuerzas espirituales y sobrehumanas del mal, que dominan y gobiernan este mundo de tinieblas.
Por eso, para que puedan resistir en los momentos difíciles y quedar definitivamente victoriosos, revístanse con la armadura de Dios: que su cinturón sea siempre la verdad; su coraza, la justicia; su calzado, la prontitud para anunciar el Evangelio de la paz; que la fe les sirva siempre de escudo para protegerlos y apagar las flechas incendiarias del enemigo malo; pónganse el casco de la salvación y empuñen la espada del espíritu, que es la palabra de Dios.
Y, con la ayuda del Espíritu Santo, oren y supliquen continuamente. Velen en oración constantemente por todo el pueblo cristiano y también por mí, a fin de que Dios me conceda hablar con toda libertad para anunciar el misterio de Cristo, contenido en el Evangelio, del cual soy embajador, aunque estoy encadenado. Pidan, pues, que tenga valor para predicarlo como debo.
Evangelio del Día
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 13, 31-35
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron: “Vete de aquí, porque Herodes quiere matarte”.
Él les contestó: “Vayan a decirle a ese zorro que seguiré expulsando demonios y haciendo curaciones hoy y mañana, y que al tercer día terminaré mi obra. Sin embargo, hoy, mañana y pasado mañana tengo que seguir mi camino, porque no conviene que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas y apedreas a los profetas que Dios te envía! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas, pero tú no has querido!
Así pues, la casa de ustedes quedará abandonada. Yo les digo que no me volverán a ver hasta el día en que digan: ‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’ ”
Palabras del Santo Padre
Alguien dijo que Dios se hizo hombre para poder llorar, llorar lo que habían hecho sus hijos. El llanto ante la tumba de Lázaro es el llanto del amigo. Este es el grito del Padre [...] También hoy ante las calamidades, ante las guerras que se libran para adorar al dios del dinero, ante tantas personas inocentes muertas por las bombas que arrojan a los adoradores del ídolo. del dinero, también hoy el Padre llora, también hoy dice: 'Jerusalén, Jerusalén, hijos míos, ¿qué estáis haciendo?'. Y esto se lo dice a las pobres víctimas y también a los traficantes de armas y a todos los que venden la vida de las personas. Nos hará bien pensar que nuestro Padre Dios se hizo hombre para que podamos llorar y nos hará bien pensar que nuestro Padre Dios llora hoy: llora por esta humanidad que nunca deja de comprender la paz que Él nos ofrece, la paz del amor. (Homilía Santa Marta, 27 de octubre de 2016)
- Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Su parroquia podría usar un texto diferente