Reconocer a Jesús en el rostro de los niños, es la invitación del Papa

La Navidad nos invita a que reconozcamos a Jesús en los niños, especialmente aquellos que -como Jesús-, no tienen lugar en la posada, expresó Francisco en el mensaje de Navidad, el 25 de diciembre de 2017, y enumeró diversas situaciones como Medio Oriente, donde sufren por el aumento de las tensiones entre israelíes y palestinos… Siria, Irak, Yemen. Del África citó: Sudán del Sur, Somalia, Burundi, República Democrática del Congo, República Centroafricana y Nigeria.

Vemos a Jesús en todos los niños de aquellas zonas del mundo donde la paz y la seguridad se ven amenazadas por el peligro de las tensiones y de los nuevos conflictos y que, junto con sus familias, sufren la violencia del conflicto como en Ucrania, Venezuela. Vemos a Jesús en los niños cuyos padres no tienen trabajo. Y en aquellos cuya infancia fue robada, obligados a trabajar desde una edad temprana o alistados como soldados mercenarios sin escrúpulos.

Vemos a Jesús en tantos niños obligados a abandonar sus países, a viajar solos en condiciones inhumanas, siendo fácil presa para los traficantes de personas. En sus ojos vemos el drama de tantos emigrantes forzosos que muchas veces terminan en una tragedia.

El Papa recordó los niños de su viaje a Myanmar y Bangladesh y concluyó pidiendo que nuestros corazones no estén cerrados como las casas de Belén; que nos esforcémonos para hacer que nuestro mundo sea más humano y digno de los niños de hoy y de mañana.