No somos la tierra de nadie, denunció el Papa en Perú
En el encuentro con los Pueblos de la Amazonia, en Perú, Francisco denunció en Puerto Maldonado que, probablemente los pueblos originarios amazónicos nunca han estado tan amenazados en sus territorios como ahora. La Amazonia es tierra disputada por el neo-extractivismo y la fuerte presión por grandes intereses económicos que dirigen su avidez sobre petróleo, gas, madera, oro, monocultivos agroindustriales. Explicó que también la amenaza viene por la perversión de ciertas políticas que promueven la “conservación” de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano y, en concreto, a ustedes hermanos amazónicos que habitan en ellas.
Sabemos de movimientos que, en nombre de la conservación de la selva, acaparan y negocian generando situaciones de opresión a los pueblos originarios. Y afirmó que “hemos de romper con el paradigma histórico que considera la Amazonia como una despensa inagotable de los Estados sin tener en cuenta a sus habitantes”.
Considero imprescindible –expresó el Papa- realizar esfuerzos para generar espacios institucionales de respeto, reconocimiento y diálogo con los pueblos nativos; asumiendo y rescatando la cultura, lengua, tradiciones, derechos y espiritualidad que les son propias. Un diálogo intercultural en el cual ustedes sean los “principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios”. El reconocimiento y el diálogo será el mejor camino para transformar las históricas relaciones marcadas por la exclusión y la discriminación.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí