Encuentro del nuevo Primado de México con los periodistas
Ciudad del Vaticano
El nuevo Arzobispo de México, el Card. Carlos Aguiar Retes, desayunó el viernes 16 de febrero con un grupo de periodistas, a tan sólo unos días de producirse su nombramiento en este cargo, con el fin de tener un primer acercamiento con los comunicadores, y conocer qué esperan éstos de la relación entre la Arquidiócesis y quienes tienen la vocación y tarea de mantener informada a la ciudadanía.
El objetivo principal es poder trabajar juntos para el bien de la sociedad.
Durante la reunión, el Purpurado respondió a las preguntas de los reporteros sobre una gran variedad de temas como la legalización del aborto, la relación entre Iglesia y la esfera política, el problema de la pederastia, el cambio de época que estamos viviendo y el drama de la migración.
Tolencia cero contra el abuso
Durante su intervención, Su Eminencia fijó nuevamente su postura ante el tema del abuso sexual y la pederastia, a propósito del caso de un presunto abuso cometido el pasado 14 de febrero por parte de un presbítero contra una menor de edad en la Ciudad de México, por lo cual se dio lectura a un comunicado en el que la Arquidiócesis de México condenó los hechos denunciados, y manifestó su plena disponibilidad para colaborar con las autoridades en la investigación de lo ocurrido; “desde este momento –señala el texto–, hasta que se resuelva el caso, este sacerdote dejará de ejercer sus funciones actuales ad cautelam”, ratificando así la directriz de “tolerancia cero” establecida por el Papa Francisco ante este tipo de situaciones.
En este sentido, el Arzobispo de México dijo estar convencido de que, para prevenir este tipo de conductas dentro de la Iglesia, lo primero que se debe hacer, antes de preparar al sacerdote en lo teológico, es garantizar su madurez afectiva; hoy más que antes, ya que actualmente las familias están atravesando por problemas, como la desintegración familiar y otros condicionamientos que pueden afectar el sano desarrollo que se necesita para poder entregarse al servicio a los demás a través de la Iglesia.
Las consecuencias del drama del aborto
En cuanto al tema de la legalización del aborto, el primero que se tocó durante la sesión de preguntas por parte de los reporteros, el Cardenal señaló que si esta práctica se aprueba o no mediante una ley, es cosa secundaria, pues lo principal es entender el drama de las mujeres que se han sometido a un aborto.
“Las leyes no son eternas, sino que se van adecuando en la medida que la comunidad manifiesta sus necesidades y situaciones, a partir de las cuales se van haciendo las expresiones jurídicas, que, sin embargo, no determinan la conducta personal, a diferencia de la formación en valores”, dijo su Eminencia, confirmando que ha pedido ayuda para preparar un foro en el que mujeres que han tenido la experiencia del aborto puedan compartir lo que han vivido, “ya que si no entendemos ese drama, lo que opinemos será meramente una cuestión ideológica”.
Una política que ayude a salir adelante
“Debemos preocuparnos para que participemos todos”, explicó, asegurando que de cara al próximo proceso electoral se unirá al comunicado que se realiza de manera conjunta entre los Obispo de la Conferencia del Episcopado Mexicano”.
La problemática de la inmigración en el corazó de la Iglesia
Al pronunciarse en torno al tema de la migración, el Arzobispo de México dijo que es una problemática que el Papa Francisco lleva en el corazón.
“Aquí, la Iglesia ha venido haciendo una serie de casas para poder ayudar a los migrantes. Eso no soluciona el problema; sin embargo, se han comenzado a construir sinergias. Se trata de un tema de abusos contra seres humanos que se debe entender; es un tema que está en el corazón del Papa, y también en el mío”.
Un concepto que el Purpurado ha venido manejando, es el del “cambio de época”. Sobre el particular, señaló que se trata de una nueva época que se está fraguando en virtud de una fractura en el consenso de valores, lo que ha provocado que la conducta social en la actualidad esté muy dispersa, pues lo que puede ser un valor para unos, puede no serlo para otros, lo que hace necesario el diálogo, a fin de encontrar puntos de acuerdo, y de ahí construir un horizonte como sociedad, tomando en cuenta a los jóvenes, que no sólo son el futuro del país, sino el presente, por lo que hay que darles acompañamiento y fortaleza.
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