Obispos argentinos se reúnen en la 115° Asamblea plenaria
Ciudad del Vaticano
Del 16 al 20 de abril se está llevando a cabo la 115° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, en la Casa de Ejercicios El Cenáculo (La Montonera), en la ciudad de Pilar.
Como es habitual en este tipo de encuentros, los participantes ponen en común la tarea pastoral con las alegrías y dificultades de todas las iglesias diocesanas del país, dejando también espacio para vivir momentos de fraternidad y de oración entre todos los obispos.
Las sesiones se iniciaron el lunes por la tarde con el tradicional intercambio pastoral, en el que los obispos compartieron entre sí inquietudes y reflexiones pastorales en torno a diversos temas.
Entre ellos destacó la fuerte violencia verbal "que ha empezado a instalarse entre los argentinos", canalizándose principalmente a través de las Redes Sociales y de las nuevas tecnologías de comunicación.
Calumniar a una persona equivale a matarla
En este contexto, “hay un espíritu de sospecha de unos sobre otros, así como el recurso constante de la demonización del otro a través de ataques verbales y ofensivos”, expresó Mons. Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal argentina, durante la apertura de la Asamble Plenaria; destacando que las calumnias difamadas por algunos medios sobre una persona, repercuten de manera trágica y en ocasiones, irreversiblemente, en su dignidad y en su reputación.
Por otra parte, reflexionando sobre las múltiples declinaciones acerca del valor de la vida, monseñor Ojea profundizó sobre las palabras del Papa Francisco, quien en varias ocasiones ha insistido sobre la gravedad de incurrir en difamaciones y calumnias, y en cómo calumniar a una persona, es en cierto modo, “matarla”, ya que en ese caso "se acaba con su honor”.
Así, "se logra el fin de la confianza que una persona puede tener en otra, desaparece la caridad que es el vínculo de los cristianos e incluso la paz y la alegría son fulminadas, creando, por tanto, en la sociedad, un clima de discordia y violencia”.
Llamado a la misión
Asimismo, en su homilía de la Misa de apertura de esta Asamblea, el presidente de la CEA reflexionó sobre la "llamada a la comunión misionera" a la que están invitados todos los obispos:
"En el camino de comunión misionera estamos llamados a ejercer nuestro discernimiento, a examinar las señales de nuestro tiempo con cuidado, teniendo en cuenta los signos de la vida, acompañando la acción del Espíritu en la historia; desalentando y desenmascarando los signos de la muerte".
"Para esto – continuó Mons. Ojea - debemos ser auténticos hombres de Espíritu, dispuestos a discernir en oración estas actitudes en nuestras comunidades. Cristianos con parresía, desafiémonos mutuamente desde la historia, manteniendo la mirada de fe siempre nueva incluso en medio de la incertidumbre de una cultura caracterizada por cambios vertiginosos".
Proteger la vida, un regalo fundamental
Otro punto relevante de la homilía del obispo de San Isidro, fue el de la vida, un tema central también tratado a lo largo de toda la Asamblea:
"Es nuestro don fundamental y estamos llamados a protegerlo siempre en sus diversas manifestaciones. No podemos entregar nuestras vidas a nosotros mismos, sino que estamos llamados a cuidar de nuestras vidas y también a cuidar de la vida de los demás”.
Paz para Oriente Medio
Los conflictos en Oriente Medio y sus dramáticas consecuencias, también estuvieron en la temática dialogada por los obispos argentinos.
Al respecto, Mons. Ojea recordó que en estos dramáticos momentos que viven nuestros hermanos y hermanas de estas zonas de conflicto, "queremos poner en el corazón de nuestra Madre nuestra oración por la paz y por un cambio profundo en los corazones de aquellos que toman decisiones que llevan a la guerra”.
Finalmente, el viernes 20, último día de la Asamblea, se realizará la elección de los delegados que asistirán al Sínodo de Obispos, en programa para octubre de 2018 con el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
Conscientes de la fundamentalidad de la oración para el buen discernir de la misión pastoral, los pastores argentinos "piden al Pueblo de Dios que rece por los frutos de este encuentro y por los frutos de la misión de la Iglesia en la Argentina encomendada a ellos".
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