Card. Filoni en el V CAM: La misión pone al centro a Jesús, no es mera filantropía
Ciudad del Vaticano
Con una misa celebrada en el atrio de la Catedral Metropolitana de Santa Cruz, en Bolivia; el miércoles 11 de julio inició el V Congreso Americano Misionero que se desarrollará hasta el día 14: una iniciativa organizada por la Conferencia Episcopal boliviana y las Obras Misionales Pontificias (OMP).
"Es un encuentro entre obispos, sacerdotes, voluntarios y misioneros que buscan promover una renovación de la Iglesia en América Latina. Se trata de una gran oportunidad para la Iglesia, donde se propicia el compromiso misionero", informó José Fuentes, secretario general adjunto del espiscopado boliviano.
En el evento, según detalles previos, están participando 2.600 delegados de 24 países, además de 90 obispos, cinco cardenales, entre ellos, Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y delegado del Papa Francisco encargado de presidir la misa inaugural; así como el cardenal boliviano, Toribio Ticona.
La misión es anuncio y testimonio
En su homilía, el cardenal Filoni dirigió un mensaje de gratitud a los misioneros, resaltando la loable labor pastoral que realizan cada día y los alentó a continuar con su compromiso evangelizador.
“Cualquier obra misionera es al mismo tiempo anuncio y testimonio”, señaló el purpurado manifestando que el V CAM “nos permite valorar nuestro compromiso misionero y tomar un nuevo empuje renovado en el ardor y la pasión por Cristo; amar a esta tierra americana significa hacerle el don de Jesús bendito; y esto es lo que constituye la verdadera bendición”.
La misión pone al centro a Jesús
«La obra misionera tiene, en primer lugar, un corazón, un centro, un nombre: Jesús, que, según la terminología hebraica, significa “Dios es ayuda”», aseguró el cardenal haciendo hincapié en que la obra misionera es, sobre todo, "obra de bendición para todos aquellos a quienes se les anuncia el nombre del Señor. De esto es necesario ser conscientes, para evitar que la obra misionera se reduzca a la filantropía o a nuestras obras de buena voluntad".
Y citando al Papa Francisco, Su Eminencia recordó que "las mismas obras de bien, de educación, de apoyo, de defensa de los maltratados, de caridad, de justicia, de preferencia por los pobres y marginados de las periferias reales y existenciales, tienen como lazo de unión indisoluble el nombre de Jesús y, por tanto, todo es bendición".
El ejemplo de la Beata Madre María Ignacia de Jesús
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