Obispos centroafricanos preocupados por crímenes de brujería
Ciudad del Vaticano
Los obispos de República Centroafricana han manifestado su preocupación ante el creciente porcentaje de crímenes relacionados con acusaciones de brujería.
Los antropólogos y las organizaciones que trabajan para combatir el fenómeno de la brujería notan que las acusaciones aumentan como consecuencia de los cambios sociales y los desafíos actuales.
Por lo tanto, las presiones económicas y sociales, incluyendo el conflicto, la pobreza, el crecimiento urbano; la debilitación en las comunidades y el SIDA/VIH, parecen haber contribuido al reciente aumento de denuncias por brujería contra personas adultas, ancianas e incluso contra niños.
El drama de las creencias sobre brujería
Tal y como informan los últimos estudios publicados por las asociaciones internacionales que trabajan en este ámbito, como Save The Children; a estos llamados "niños brujos” se les culpa de las dificultades o de la mala fortuna, como las muertes, los divorcios o las enfermedades que suceden en la familia o en la comunidad.
Estas acusaciones tienden a aparecer entre las comunidades que creen que los problemas de la vida tienen un origen espiritual.
Además, el limitado conocimiento médico sobre las enfermedades junto a tal sistema de creencias culturales predisponen a que la gente busque "chivos expiatorios" a los cuales responsabilizar y acusar de las desgracias que acontecen: la brujería, por lo tanto, proporciona "una explicación" a la mala suerte y a todo tipo de dificultades en la vida.
Llamamiento de los Obispos a combatir el mal desde la fe
Y eso es precisamente lo que ocurre en República Centroafricana, donde crecen los casos de homicidios, violencia y abusos vinculados a estas prácticas de nigromancia, derivados de una situación de extrema inseguridad en la que vive el país a causa de la sangrienta guerra desde el año 2013.
Por ello, los obispos de esta nación han manifestado su gran peocupación acerca de este problema, al cual han dedicado un gran espacio para el diálogo y el debate en su reciente asamblea plenaria celebrada en la ciudad de Berbérati.
En su mensaje, los prelados denuncian el sufrimiento, los ataques, persecuciones y torturas que padecen injustamente las víctimas acusadas de practicar brujería; y que fomentan el crecimiento de una sociedad cada vez más ignorante, con miedo; divide a las familias, destroza hogares y conlleva, en muchos casos, a la muerte del acusado.
"La lucha contra el flagelo de la brujería que causa tantas muertes en nuestras familias y en nuestra sociedad, pasa por el desarrollo de una justicia sólida que garantice los derechos de las víctimas", concluye el episcopado centroafricano en su mensaje, recordando que para los creyentes, "también pasa por la profundización de la fe, la oración, el amor y el perdón".
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