Colombia recuerda la visita del Papa: "sigamos caminando juntos"
Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano
A un año de la Visita del Papa a Colombia, la Conferencia Episcopal Colombiana ha considerado oportuno evaluar qué ha sido implementado tanto a nivel personal como social de las enseñanzas del Papa Francisco. Así se llevó a cabo una conmemoración que contó con la presencia de obispos, sacerdotes y religiosas, así como representantes del gobierno nacional, de las fuerzas militares y de policía, empresarios, académicos y artistas, entre otros.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Oscar Urbina Ortega, en la conclusión de un mes de celebraciones en recuerdo de la presencia del Papa Francisco en Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, pronunció un emotivo mensaje a nombre de todos los obispos, en el que manifestó, en primer lugar, su alegría por el encuentro y la memoria del mensaje de amor, esperanza y reconciliación, que dejó sembrado el Sumo Pontífice.
Entrevistado por nuestra compañera Giada Aquilino, el Secretario General de la Conferencia Episcopal Colombiana y Auxiliar de Medellín, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, expresó que “la semilla que el Papa ha dejado va creciendo lentamente, pero con la seguridad de convertirse en fuente de ánimo para construir un país que sea casa y patria para todos”.
Entre las palabras del Papa en el gran encuentro para la reconciliación nacional recordamos la paz como un “trabajo siempre abierto”. ¿Qué significa esto para Colombia que ha vivido una guerra de más de cincuenta años con las FARC y que ha iniciado las negociaciones con el ELN y que ve aun en lucha a diversos grupos armados?
Creo que el encuentro de Villavicencio fue muy importante, y sobre todo esa conciencia que nos dejó el Papa de que tenemos que trabajar siempre por la paz. No es un trabajo fácil, también lo advirtió su Santidad, pero tenemos que empeñarnos todos los días. Personalmente creo que esas palabras del Papa que nada justifica el odio y la venganza son muy importantes para nosotros que tenemos que mantenernos siempre en actitud de reconciliación. Con este evento de Villavicencio el Papa también nos explicó y nos señaló el camino de integrar misericordia, perdón, justicia, verdad para poder vencer los odios y alcanzar la paz que queremos. Tenemos que seguir trabajando en esto porque ciertamente en cualquier momento pueden aparecer nuevos vientos de violencia. Es desde el corazón que necesitamos construir la paz con un esfuerzo permanente.
En el encuentro con la Iglesia en Medellín el Papa encontró a los jóvenes consagrados y los animó a encanalar sus inquietudes y a hacer algo por los demás: ¿cómo se concretizó esta exhortación del Papa?
Este evento en Medellín dejó ese desafío para los jóvenes. La Iglesia en Colombia - también para la preparación del Encuentro Mundial de la Juventud en Panamá-, ha querido tomar y canalizar toda esta fuerza de los jóvenes haciendo que se conviertan en motivadores de experiencias de renovación en la vida social. Esperamos que el fruto entre los jóvenes sea realmente un compromiso mayor en su vida con los valores permanentes que permiten una sociedad mejor. La fuerza de los jóvenes es muy importante. Hay acciones concretas que intentan convertir en los jóvenes en promotores de caridades y obras importantes que lidera la Iglesia en las diversas diócesis. Pero yo pienso que el fruto de este encuentro y de lo que el Papa dijo a los jóvenes, irá madurando poco a poco. La fuerza que el Papa dejó se irá detectando en la sociedad poco a poco.
El Papa también tuvo un pensamiento para los venezolanos que huyen de su país y encuentran refugio en Colombia. Sabemos del torneo de futbol organizado para 600 sacerdotes en Cúcuta como símbolo de la solidaridad para estos hermanos.
La Iglesia y la Pastoral Social Caritas colombiana tienen diversas acciones para ayudar a los venezolanos, es una situación difícil la que están viviendo, tratamos de socorrerlos en la medida de las posibilidades con aquellas cosas básicas que necesitan: su alimentación, lugar donde habitar y muchas acciones. Esta situación se vive particularmente en la frontera y muy centralmente en Cúcuta. El torneo de sacerdotes es una iniciativa de la Conferencia Episcopal que lleva varios años y este año por primera vez decidimos hacerlo en Cúcuta como un signo de cercanía con los hermanos venezolanos, y para visibilizar la acción de la Iglesia y para suscitar más ayuda para los hermanos venezolanos. Que muchas personas estando el torneo de fútbol en Cúcuta, dirijan su mirada al pueblo venezolano.
Colombia votó y eligió un nuevo presidente, Iván Duque. El Santo Padre señaló la necesidad de luchar contra la ilegalidad, la injusticia, el narcotráfico, la corrupción, la cultura del descarte. ¿Cómo se está llevando a cabo esto?
El Papa nos ha dejado mensajes muy claros en torno a todas estas situaciones que se acaban de mencionar. Nosotros como Iglesia hemos recordado estas situaciones a los nuevos gobernantes, de tal manera que esperamos que las líneas que el Papa nos ha dejado se tengan en cuenta, pero se subraya que la tarea contra estas situaciones que generan violencia, no es sólo del gobierno sino de todos los colombianos. El Papa nos invitó a la cultura del encuentro y a sentirnos responsables todos de la vida y del crecimiento del país, por lo tanto creemos que para poder acabar con estas plagas que el Papa nos señaló, tenemos que unirnos y construir un proyecto juntos y trabajar con la participación de todos para acabar con lo que nos daña y construir lo que nos hace hermanos.
De "demos el primer paso", lema del viaje, hasta "sigamos caminando juntos", como escribió Mons. Oscar Urbina Ortega a nombre de los Obispos. ¿Qué significa para el país?
Significa que tenemos que continuar. El Papa nos dijo que ya hemos dado el primer paso pero que no nos podemos quedar en el primer paso sino que tenemos que seguir caminando. Esa frase es del Papa mismo, "sigamos caminando juntos". Significa para el país que contamos con la presencia espiritual, la oración, las palabras de ánimo del Papa y que no podemos quedarnos quietos, que no podemos quedarnos simplemente en ideales sino en un trabajo continuado por la reconciliación y la paz de Colombia.
La CEC con esta celebración del aniversario de la visita del Papa quiere que el mensaje del Papa no se olvide y que se mantenga viva la esperanza que él nos dejó con su presencia entre nosotros. Especialmente que nosotros encontremos en la palabras de Francisco una continua motivación para ir adelante en el camino de la reconciliación y de la paz. Pienso que las personas recuerdan y continuamente reflexionan sobre este mensaje. De tal manera que realmente la semilla que el Papa ha dejado va creciendo ,lentamente pero con la seguridad de convertirse en fuente de ánimo para construir un país que sea casa y patria para todos.
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