Nicaragua debe de construir una cultura de derechos humanos
Patricia Ynestroza- Ciudad del Vaticano
Aunque el obispo no lo mencionó directamente, el de la vida y el respeto a la dignidad humana están entre los derechos más vulnerados en el país durante los últimos meses. En su homilía en San Ramón, Mons. Álvarez señaló que “todos y cada uno de nosotros llevamos, desde ese primer instante de nuestro ser, en el vientre sagrado de nuestra madre, la impronta y el sello divino”, refiriéndose al aborto como un pecado, porque “se interrumpió libre, responsablemente la vida humana”. “El pecado de quitarle la vida a cualquier ser humano en cualquiera de sus etapas y fases de su desarrollo, es y será siempre un pecado contra Dios”, continuó el obispo.
Asimismo, monseñor Álvarez afirmó que “la iglesia, a lo largo de los siglos, con suma fidelidad y lealtad a su Dios y Señor, defiende el respeto irrestricto e inviolable de la dignidad de la persona humana. Cada uno de nosotros es tan digno, tiene tan altísima dignidad, porque somos imagen y semejanza de Dios y porque en Cristo hemos sido hechos, constituidos, en hijos amados del Padre”.
Violación a los derechos humanos
Tras agregar que los derechos humanos son también derechos divinos. “Los derechos de cada hombre, de cada mujer, de cada ser humano son también derechos de Dios y hay que respetarlos… “, el prelado dijo que es desde este principio que todos y cada uno de nosotros debemos tutelar, custodiar, cuidar sagradamente cada uno de los derechos humanos universales de cada persona porque, cuando se descuida un solo derecho humano se están descuidando también todos los otros derechos humanos.
Mons. Alvarez ha servido como mediador y testigo en el diálogo nacional –que continúa estancado– y propuso a los feligreses que “Nicaragua debe de construir una cultura de derechos humanos”.
Manifestaciones de sandinistas y opositores dejan dos heridos
La coincidencia de manifestaciones a favor y en contra del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dejó como resultado ayer domingo una persona herida en cada uno de los dos bandos. Los heridos fueron un agente de la Policía Nacional, lesionado con arma blanca, y un hombre que participaba en una protesta contra Ortega, con heridas de arma de fuego, ambos trasladados de urgencia a diferentes hospitales.
Los actos violentos empezaron cuando una caravana de automóviles en apoyo al Gobierno y, posteriormente un grupo de policías antimotines reprimieron a quienes se manifestaban contra Ortega en una zona céntrica de la capital nicaragüense, sin lograr que se dispersaran.
Mientras tanto, la Unam, la Universidad estatal de Managua, no dejó inscribirse a 82 estudiantes universitarios por haber manifestado contra Ortega y los acusa de los daños causados en las instalaciones. Y por la crisis económica del país, 800 restaurantes han cerrado y no se sabe si abrirán.
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