Mons. Báez: quien atropella la libertad de otros no está con Jesús
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Porque Jesús adopta siempre una actitud abierta, inclusiva, es el hombre sin barreras, dijo el prelado, porque el proyecto de Jesús es liberar al ser humano de todo lo que lo aniquila y lo disminuye.
Muchos seres humanos encarnan los sueños del evangelio sin ser cristianos, porque el Reino de Dios es más amplio y profundo que todas nuestras instituciones eclesiales juntas, dijo Mons. Báez, para construir en Nicaragua una sociedad más tolerante, justa y fraterna, hay que aprender a reconocer, valorar y apoyar las iniciativas y acciones justas que surjan, aunque provengan de no creyentes. Hay que entrenarnos en la consolidación de una gran familia nacional.
Si haces el bien, sigues el proyecto de Jesús
“Los políticos honestos que se comprometen con la justicia, los educadores que se dedican a acompañar con seriedad y responsabilidad a las nuevas generaciones. Los empresarios que ponen el bien del ser humano antes que el interés económico, los periodistas que dicen la verdad y usan la libertad de expresión para crear una sociedad mejor”. Con estas palabras, Mons. Báez diferenció al grupo de personas que buscan y se dan a los demás, como los trabajadores que son honestos y solidarios, dijo, los policías que se niegan a reprimir al pueblo por seguir su conciencia y hacer la voluntad de Dios que manda no agredir y matar. Los médicos, que se dedican a curar a los seres humanos sin exclusión, con competencia y cariño.
Todas estas personas y muchas más, aunque no sean cristianos, aunque no vengan al templo, dijo el prelado, llevan adelante el proyecto de Jesús, están con Jesús. Estas personas, con su vida y su trabajo, contribuyen a que el mundo sea mejor, más humano, más fraterno, más digno. La verdadera distinción no se da con los que van a la Iglesia y los que no van, sino entre los que se detienen junto al hombre golpeado por los bandidos, se conmueven y con misericordia le curan las heridas, y los otros que en cambio, siguen derecho su camino, con indiferencia, sin hacer nada ante el sufrimiento humano. Así se dividen los seres humanos. Y en Nicaragua, afirmó por último, hay muchos que sin ser creyentes, saben inclinarse y se estremecen ante el dolor de la gente, luchan por la paz y la verdad, se exponen y sacrifican por la libertad de los otros.
La CIDH alerta de la transformación del país en un "estado de excepción"
El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, alertó que Nicaragua se está transformando de un "Estado de derecho" a un "estado de excepción", con cambios de normas para restringir derechos fundamentales. Abrão hizo esa valoración en una audiencia pública sobre represión y violencia durante las protestas contra el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, en el marco del 169 periodo de sesiones de la Comisión, que se celebra en la Universidad de Colorado, en el municipio de Boulder.
El secretario ejecutivo de la Comisión mencionó "cambios de costumbres" y la "normalización de excepciones" mediante decretos como el emitido en septiembre por la Policía Nacional para establecer que es "ilegal" organizar protestas contra Ortega. Ese "régimen de prohibiciones" podría demostrar que Nicaragua se está sumergiendo en una nueva etapa de la represión, según Abrão.
La CIDH ha desempeñado un papel fundamental en la crisis a través del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) que respaldó el diálogo nacional, actualmente estancado, y mediante el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que apoya las investigaciones de los hechos. La Comisión ha emitido medidas cautelares para proteger los derechos fundamentales de 115 individuos y sus familiares, detalló Antonia Urrejola, relatora de la CIDH para Nicaragua.
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