Policía ataca marcha contra el presidente Daniel Ortega
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticana
La Policía nicaragüense, que se mantenía al acecho de la protesta desde antes de su inicio, en la zona central de Managua, atacó de forma repentina a los manifestantes con bombas de sonido, balas de goma y agresiones físicas. Entre los agredidos físicamente por los agentes policiales estuvieron un camarógrafo de la cadena CNN, a quien arrebataron su casco blindado, y un fotógrafo de la AFP.
Algunos de los autoconvocados afirmaron que la Policía capturó a unos veinte manifestantes, y se los llevaron en sus camionetas. Vecinos del barrio Riguero afirmaron que una cantidad no específica de manifestantes lograron escapar saltando los muros de sus casas.
Prohibido hacer marchas en protesta pacífica
La Policía Nacional había advertido en la víspera de estas manifestaciones, que las protestas contra Ortega son "ilegales", y acto seguido organizaciones humanitarias señalaron que la legislación local sí acepta las manifestaciones como un derecho constitucional.
La Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil de Nicaragua denunció y condenó "el estado de sitio de hecho que está imponiendo la dictadura de Daniel Ortega, al coartar una serie de libertades y derechos individuales y colectivos de la población, como el derecho a la protesta y a la libre circulación". La denuncia se basa en el comunicado emitido por la Policía Nacional el viernes pasado, en el que establece como "ilegal" organizar protestas contra Ortega y en las capturas y ataques de manifestantes ejecutados el fin de semana. La legislación de Nicaragua reconoce el "estado se sitio" por tiempo limitado y por decreto del Legislativo, en situaciones excepcionales.
El mismo día una marcha en apoyo al presidente
Partidarios del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y empleados estatales realizaron una marcha multitudinaria en apoyo al presidente Ortega. La marcha se inició horas después de un operativo realizado por la Policía Nacional para disolver una protesta contra Ortega en el centro de la ciudad.
Liberan a anciana que pidió cese de las muertes en protestas
Una anciana de casi 80 años de edad, que en julio pasado pidió el cese de las muertes en las protestas de Nicaragua, fue liberada ayer domingo tras varias horas de arresto, cuando pretendía participar en la manifestación contra Daniel Ortega. Miriam del Socorro Matus, conocida como "La Coquito", obtuvo su libertad tras haber estado detenida la mañana de este domingo en El Chipote, una sede de la Policía Nacional denunciado como centro de tortura por organismos defensores de los derechos humanos.
"Me llevaron a El Chipote, me pidieron mis datos, gracias a Dios me trataron bien", dijo "La Coquito" a periodistas, tras ser liberada. La anciana relató que antes de iniciar una protesta contra Ortega, que fue frustrada por la Policía, agentes se seguridad la trataron mal durante el arresto, hasta que perdió el conocimiento. "La Coquito" se hizo popular en mayo pasado cuando, a pesar de ser una anciana que gana menos de dos dólares por día vendiendo agua y galletas en la calle, decidió regalar su venta a un grupo de manifestantes que no tenían dinero para comprar. Este domingo, ya en su humilde vivienda al oeste de Managua, la anciana volvió a pedir al Gobierno el cese de la represión, antes de reventar en lágrimas.
Cardenal Brenes pide dejar la violencia y la confrontación en Nicaragua
El cardenal nicaragüense Leopoldo José Brenes pidió ayer domingo ante periodistas que se abandone la violencia y la confrontación que se sigue dando en las últimas manifestaciones en contra del Gobierno, marchas que han sido disueltas o asediadas por la Policía al considerarlas "ilegales".
"Esto es triste, es doloroso. Sobre todo, que nos sigamos atacando entre nicaragüenses. Siempre me llena de tristeza y quizá en este momento es una de las cosas que me quita el sueño", aseguró Brenes a los medios de comunicación después de la misa dominical en la Catedral Metropolitana de Managua. El cardenal, quien dijo sentir "dolor" después de ver que la Policía disolvió el sábado una marcha opositora al Gobierno y se llevó detenidos a varios jóvenes, insistió en que estas manifestaciones son "pacíficas" e instó a que permanezcan así.
Desde sus diócesis la Iglesia insta a la paz
"Yo exhortaría que las marchas fueran pacíficas, sin ofensas y que se eviten las confrontaciones", porque eso deja "muchas, muchas heridas que son difíciles de curar", afirmó el cardenal.
En este mismo sentido, reiteró que "toda marcha violenta no tiene sentido en el país" y abogó por caminar hacia "una cultura de la no violencia". "Yo creo que debemos de ir desarraigando de nosotros la violencia porque la violencia no deja nada", agregó, y admitió que durante los últimos días mantuvo una reunión con altos mandos de la Policía, a los que les manifestó sus "inquietudes" y sus preocupaciones. "Estamos preocupados de que la violencia se incremente", agregó. De consecuencia cada obispo desde sus diócesis estamos instando a la paz.
El Papa Francisco dice que la paz es un don de Dios, pero requiere nuestro compromiso, seamos gente de paz con la oración y en la acción, dijo el purpurado, en este mes que el Papa nos llama a la misión, pido que los periodistas den su contribución. El Santo Padre nos pide que en este mes de octubre recemos el Santo Rosario y lo concluyamos con la especial devoción, pidiendo a la Virgen María que ayude a la Iglesia en estos tiempos de crisis, y nos pide también invocar la intercesión del Arcángel San Miguel, “Jefe de los Ejércitos celestes”, para que la defienda de los ataques del maligno.
El cardenal dijo a los periodistas que al Papa le duele mucho saber de todos los países que están en una situación de violencia, y les pidió que los medios de comunicación sean promotores de la no violencia, de una cultura de paz. El purpurado concluyó su intervención, recordando unas palabras que dice el Papa, que la oración es como una gota de agua que no rompe la piedra con la fuerza sino con la constancia”, así que hizo una invitación a los presentes a unirse en la oración.
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