Card. Becciu: “Los monjes de Tibhirine despertaron interés por el cristianismo del islam”
José Villanueva – Ciudad del Vaticano
El prefecto de la Congregación para la las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Becciu, es el designado por el Papa Francisco para presidir la Misa de Beatificación de los diecinueve mártires de Argelia éste 8 de diciembre en la Iglesia de Notre Dame de la ciudad de Orán.
Testimonios sobre los monjes de Tibhirine
El Purpurado se encuentra desde esta semana en Argelia donde participó el pasado lunes 4 diciembre en la presentación del libro “Tout simplement là”, que en español quiere decir “Todos simplemente allí”.
Los coautores de esta producción son el periodista François Vayne, quien tuvo la oportunidad de conocer en persona a algunos monjes tibhirines durante su adolescencia en Argelia, junto con el apoyo del padre Thomas Georgeon, postulador de la causa de beatificación del P. Pierre Claverie y sus 18 compañeros mártires.
“Todos simplemente allí” es una recopilación de testimonios de fe en memoria de los monjes de Tibhirine durante su largo servicio en la aldea Atlas. Como se recuerda, los religiosos fueron asesinados en 1996 en medio de la guerra civil que ocurrió en la década de los noventa en el país africano. Estos valientes mártires sacrificaron sus vidas junto a las 150,000 víctimas en los constantes ataques, los secuestros y las masacres que puntualizaron este período como la década negra.
Monjes que ofrecieron caridad y piedad
El cardenal Becciu brindó una entrevista para Vatican News Français, donde aprovechó la oportunidad para realizar una reflexión sobre el testimonio de vida de estos religiosos que serán canonizados en la fiesta de la Inmaculada Concepción.
¿Cómo entender aquel testimonio de servicio y piedad que estos monjes de Tibhirine tuvieron para con la gente de Argelia?
Los monjes de Tibhirine también abrazaron la vida cotidiana de la población musulmana que los rodeaba y los amaba. Prestaron servicios concretos a la población. Por ejemplo, el hermano Luc, decano de la comunidad de monjes, seguía ejerciendo su servicio como médico de más de 80 años, lo que le valió un gran respeto por parte de todos. Además, debemos entender la vida de oración que ejercía y que se esparcía por las oficinas del hospital y que conmovía a los argelinos y que representaba un desafío para la mayoría de los musulmanes. Ver a los cristianos orando, de hecho, les parecía casi incongruente, mientras que los europeos que vinieron a colonizar Argelia unas décadas antes les habían dado la impresión de que los cristianos no podían orar y habían olvidado el significado de lo divino.
¿La beatificación refleja mayor acercamiento y comprensión entre el islam y el cristianismo?
Desde luego que sí, sobre todo sí lo vemos dentro del contexto europeo e italiano, la cual nos hará comprender esta posible actitud de entendernos los unos a los otros. En ese contexto, nuestros hermanos musulmanes son capaces de recibir y percibir el mensaje entre los otros. Los musulmanes son capaces de recibir y percibir que entre los cristianos existe la pureza del fuego del amor sincero que debe existir entre Dios y nuestros hermanos cristianos.
¿Muchos musulmanes reprochan muchos de los cristianos que no tenemos la gran experiencia de oración como ellos, pero que en verdad desconocen que igual que ellos también rezamos?
Sí, sin equivocarnos, podemos decir que existe esta confrontación, pero allí debemos hacer la distinción entre los bautizados que se dicen creyentes practicantes y de los no practicantes. La dificultad es a veces comprender la diferencia y esperamos que se comprenda que los cristianos somos hombres de piedad, hombres que rezamos y hombres que comprenden que es lo que significa la oración, lo cual nos identifica como verdaderos cristianos.
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