JMJPanamá: Manifiesto de los jóvenes para el cuidado de la casa común
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Desde la Jornada Mundial de la Juventud en Denver, Colorado, en 1993, el tema de la preocupación por el planeta, por la “casa común” ha estado presente en todos los encuentros mundiales de jóvenes organizados por la Iglesia Católica. En las últimas ediciones de este evento, el Papa Francisco y los jóvenes, han mostrado un marcado interés por el cuido de toda la creación.
La Encíclica Laudato Si, ha dado un impulso importante porque esta preocupación se traduzca en acciones concretas y urgentes. Los jóvenes reunidos en Panamá hacen un llamado a las autoridades de la Iglesia y a las civiles a actuar para preservar esta casa que es de todos y de la que todos somos responsables.
El Papa expresa: "Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la Creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de la destrucción y de muerte acompañen este mundo nuestro".
Cinco compromisos exigidos a la política
Los jóvenes piden, en primer lugar, poner fin a la era de los combustibles fósiles, y así alcanzar el 100% de energías renovables. Este objetivo está en conformidad con el objetivo del acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 ° C. Luego, dirigen su atención a la migración y piden la implementación del Pacto Mundial para las Migraciones y abordar el tema de los refugiados ambientales.
Acceso universal al agua potable para 2030
Los Jóvenes piden, trabajar para proteger, al menos, el 30% de los ecosistemas del mundo para 2030, con especial atención a las comunidades indígenas que viven en estas regiones de alta biodiversidad, aplicando el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica. Otro compromiso necesario es el del acceso universal y equitativo al agua potable para 2030, tal y como se establece en el sexto objetivo de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Finalmente, el uso de un modelo de economía 'circular', para superar el mito moderno del progreso material ilimitado y el paradigma del crecimiento ilimitado.
Acelerar la aplicación del programa "Laudato Si”
"Pedimos a los obispos y a los responsables de la iglesia que aceleren la implementación de la Laudato Si." Hay cuatro maneras para que los jóvenes logren este proceso. La primera es el fomento de la conversión ecológica en curso "a través de programas educativos y de formación a todos los niveles, acompañados de iniciativas especiales para cultivar la dimensión ecológica de nuestra fe, incluyendo la celebración anual del Tiempo de la Creación". Por lo tanto, es necesario superar un interés a menudo marginal y episódico, afirman, para avanzar hacia un compromiso sistemático y orgánico.
Conversión a la simplicidad y sostenibilidad
Otra petición es la promoción de "una conversión de estilos de vida orientada a la sencillez y la sostenibilidad, a través del compromiso de pasar a estructuras eclesiales con una energía 100% renovable y alcanzar el objetivo de emisiones netas de carbono de cero para el año 2030 o antes". Y, de nuevo, la petición de adoptar "directrices sobre inversiones éticas que alejen el capital de los combustibles fósiles, dado que, si queremos respetar el límite del acuerdo de París, debemos mantener la mayor parte de los combustibles fósiles bajo tierra". Finalmente, la invitación a los obispos a "apoyar a los jóvenes en la implementación de programas de cuidado de la casa común y, en particular, a impulsar proyectos para defender ese "pulmón del planeta" que es la selva amazónica con sus habitantes indígenas.
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