Venezuela vista desde Caritas
Ciudad del Vaticano
La Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Venezolana hizo público el informe de Caritas de Venezuela sobre el hambre y la desnutrición en el país en 2019, que han crecido a pasos agigantados entre los meses de mayo y agosto.
Amenazada supervivencia del 51% de la población en estratos de mayor pobreza
“El declive de las condiciones de vida de la población venezolana se ha acelerado y afecta de manera irreparable a un gran número de personas. Más de 4 millones de personas no tienen acceso a medicamentos, 1 millón de niños menores de cinco años no se alimentan como necesitan, el incremento de las cifras de mortalidad materna e infantil y los desplazamientos masivos en las fronteras son evidencia de una crisis que el gobierno se niega a aceptar. Por otro lado, el deterioro lento y progresivo del aparato económico, así como de la capacidad del Estado para atender las necesidades básicas de la población, amenaza la supervivencia del 51% de la población ubicada en los estratos en mayor pobreza”.
La tasa de inflación anualizada en 2018 se ubicó en 1.000.000%
Las secuelas de la hiperinflación tendrán “peligrosas consecuencias económicas y sociales”, dice el informe. Consecuencias que se expresan “de modo concreto” en la destrucción del poder adquisitivo de las familias, su patrimonio, el ahorro, sus prestaciones sociales, la desnutrición y miseria, la caída del producto interno bruto de la nación, con niveles de pobreza que “estarán superando el 90% de la población junto con un alarmante aumento de la desnutrición”.
“El alza exacerbada de los niveles generales de precios, a un año de la aparición de la hiperinflación, se avizora de manera más agresiva, devastadora y sin perspectivas de desaceleración. La tasa de inflación anualizada en el 2018 se ubicó en 1.000.000%”.
Salario mínimo pulverizado
Los trabajadores – se lee - ven cómo diariamente sus condiciones de vida se deterioran a una velocidad vertiginosa que los deja atónitos ante la voracidad que tienen los precios en sus mermados ingresos, que apenas le permiten alimentarse.
Algo que sucede también con el colapso de los servicios del sistema de salud pública que los deja expuestos ante cualquier evento.
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