Celam: Por el futuro de la evangelización la Iglesia debe responder con eficacia
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
En su homilía, el también obispo auxiliar de Morelia, afirmó que en esta celebración del aniversario de la Conferencia de Puebla, no es solamente celebrar el don de Dios que ella encarnó para la Iglesia, se trata de asumir el compromiso de continuar la desafiante tarea que ella propuso. En ese sentido aclaró que el compromiso, no se refiere únicamente a renovar el ardor misionero en este cambio de época, sino en afrontar con fortaleza e inteligencia, las innegables dificultades que cada día se hacen más evidentes: incoherencias, escándalos, decrecimiento de las vocaciones, descatolicización, secularización, corrupción, injusticias de todo género, sin olvidar las diferentes expresiones de la violencia.
El prelado exhortó a seguir adelante con la misión, viviendo y transmitiendo a los demás, la audacia de los profetas, la prudencia evangélica de los Pastores; la clarividencia de los maestros y la mansedumbre de los padres. Solo así podemos hacer vida las palabras de María en las Bodas de Caná: “hagan todo lo que Él diga, ya es la hora!”.
Monseñor Juan Espinoza concluyó invitando a hacer eso que Dios pide a cada uno de nosotros. “Arraiguémonos en Él para producir los frutos que debemos dar. Por encima de lo doloroso de los cambios que se nos exigen. Más allá de lo difícil que esto pueda ser”.
Las celebraciones de este aniversario
Como parte de la agenda de actividades de la Semana Latinoamericana de iniciación a la Vida Cristiana que se desarrolla en México del 18 al 22 de marzo, el Seminario Palafoxiano, fue el escenario de la celebración, que se inició con dos ponencias magistrales que analizaron diferentes aspectos de la III Conferencia General del Episcopado y finalizó con la celebración Eucarística.
El Arzobispo de Puebla, Monseñor Víctor Sánchez abrió el acto, con su ponencia sobre la realidad sociocultural y pastoral de América Latina a 40 años de la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano, una mirada retrospectiva sobre los avances y desafíos pastorales de la Iglesia en el continente.
Por su parte el Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Monseñor Octavio Ruíz Arenas, habló sobre la consideración de Puebla como una opción por el hombre a la luz de la comunión y la participación. La conmemoración se cerró con la celebración eucarística, presidida por el Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, Monseñor Juan Espinoza.
Un poco de historia
La III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, fue instalada por San Juan Pablo II el 27 de enero y se extendió hasta el 13 de febrero de 1979. Asistieron 400 personas entre cardenales, obispos y presbíteros que se congregaron en el Seminario Palafoxiano en la localidad mexicana de Puebla de los Ángeles en México. Para la Iglesia universal esta Conferencia dejó todo su legado en el conocido Documento de Puebla, que recuerda la disponibilidad de la Iglesia para servir a la humanidad y en particular a los pobres, siguiendo el camino que marcó Jesucristo.
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