Los frutos del Sínodo sobre los jóvenes llegan hasta el sur de África
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
A tan sólo unos meses de la clausura del Sínodo de los Obispos 2018 celebrado en Roma y dedicado al tema de los "jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional", resuenan con más fuerza las palabras del Papa Francisco en su discurso final:
«La comisión ha elaborado el documento sinodal. Nosotros lo hemos estudiado y lo hemos aprobado. Ahora el Espíritu nos da el documento para que trabaje en nuestro corazón. Somos nosotros los destinatarios del documento, no la gente de fuera. Por tanto, hagamos que este documento trabaje: recemos con él pidiendo luz».
Los frutos del Sínodo llegan a África del sur
Siguiendo el consejo del Santo Padre, jóvenes representantes de siete países de África del Sur se reunieron para reflexionar sobre las conclusiones del Sínodo, analizar los primeros frutos que ya empiezan a vislumbrarse y ofrecer sugerencias concretas a sus respectivas Conferencias Episcopales.
De esta manera, se busca que el trabajo del Sínodo pueda también llegar hasta sus comunidades y a toda la región.
A través de la agencia Fides, el padre Dumisani Vilakati del Departamento de Pastoral de IMBISA, informó que el encuentro de reflexión se celebró del 5 al 8 de marzo, por iniciativa de IMBISA (Reunión Interregional de Obispos de África Austral), y reunió a un grupo de jóvenes integrado por Josías de Lesotho, Petrina de Namibia, Felippe de Mozambique, Koketso en representación de Botswana, Swazilandia y República de Sudáfrica, junto con Tendai de Zimbabwe. Por su parte, Mike Greef, miembro asociado de los Hermanos Maristas, fue el encargado de dirigir los trabajos.
El deseo de una Jornada de la Juventud regional
En las conversaciones mantenidas pusieron de manifiesto el deseo "de tener contacto y comunicación constante entre ellos".
De ahí, nació la petición de tener cada tanto un gran encuentro de jóvenes, similar a las Jornadas Mundiales de la Juventud, como una oportunidad para crear un foro en el que puedan compartir su fe en sus regiones. "Queremos una Jornada de la Juventud IMBISA y un Grupo de Trabajo Juvenil IMBISA", argumentaron.
Sínodo: llama de esperanza
Asimismo, el obispo de Qasha's Neck en Lesotho, monseñor Sephamola Mopeli, OMI, jefe del Departamento Pastoral de IMBISA, supervisó todos los debates y actividades.
Al final del taller, expresó el deseo de que el pasado Sínodo se convierta en una verdadera llama de esperanza en las comunidades en las que se encuentran los jóvenes. Además expresó su alegría al ver católicos inteligentes que a esa edad muestran interés en una actividad tan importante de la Iglesia.
Un interés que había ya despertado en el corazón de miles de chicos y chicas, incluso antes de que empezara el Sínodo: IMBISA fue anfitriona, el pasado mes de julio, de un seminario presinodal para obispos, sacerdotes y jóvenes. Igualmente, grupos juveniles participaron en el encuentro presinodal de Roma en marzo de 2018, así como en el propio Sínodo y en la JMJ en Panamá.
Juventud: protagonista del cambio
Es evidente que progresivamente los jóvenes van ganando experiencia en el trabajo eclesial. Por eso, se espera que esta gran energía y entusiasmo pueda ser utilizada con provecho para llevar a cabo la misión de la Iglesia.
Un gesto más de la importancia de dar voz a las futuras generaciones y de empezar a ver a la juventud como la verdadera protagonista del cambio, tal y como recuerda siempre el Papa.
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