Obispos de Brasil critican la reforma de pensiones: "perjudica a los pobres"
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Los obispos de Brasil han mostrado su preocupación ante el proyecto de reforma del sistema de pensiones presentado por el Gobierno del presidente Bolsonaro que prevé elevar la edad mínima de jubilación a 65 años para los hombres y 62 para las mujeres con al menos 20 años de cotizaciones, a la vez que fija la pensión mínima en el 60% del salario medio durante los 20 años de cotizaciones, con aumentos del 2% por cada año adicional de trabajo.
La propuesta también incluye un plan alternativo de fondos de pensiones, a través del cual el trabajador podrá financiar su jubilación mediante la realización de depósitos en una cuenta personal.
Seguridad social y ética van de la mano
Para el gobierno, esta reforma ahorraría más del equivalente a 270.000 millones de dólares en la próxima década, pero según la oposición penalizará a los más pobres. El Consejo Permanente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), reunido en Brasil del 26 al 28 de marzo, también comparte esta misma opinión.
En una nota distribuida al final de la reunión, los prelados recuerdan que en la base del sistema de seguridad social hay un principio ético que es el de "la protección social de las personas que, por diversas razones, están expuestas a la vulnerabilidad de la sociedad (edad, enfermedad, accidentes, maternidad), en particular los más pobres". Por tanto, "ninguna solución para recuperar un posible déficit puede ignorar los valores ético-sociales y la solidaridad".
La reforma perjudica los más pobres
Si bien reconocen la necesidad de evaluar la sostenibilidad financiera del actual sistema en Brasil, los mitrados advierten que los cambios propuestos "sacrifican a los más pobres, penalizan a las mujeres y a los trabajadores rurales, castigan a las personas con discapacidad y generan un desencanto social", particularmente entre los desempleados y las generaciones más jóvenes.
Abrir un debate público sobre la reforma
En cuanto a la reducción de los privilegios que la reforma debe traer consigo, los obispos brasileños sostienen que es necesario aclarar "cuáles son los privilegios, quién los tiene y cuál es la cuota de sacrificio que se exige a estos privilegiados, además de explicar cómo combatir la evasión fiscal y cómo hacer pagar a los deudores".
En cualquier caso - aseveran los mitrados en la nota- "el proyecto de ley para la transición del régimen actual al régimen de capitalización, propuesto por la reforma, no puede ser pagado por los pobres". De ahí el llamamiento al Congreso brasileño para que promueva un debate público sobre la reforma ya que "afecta a la vida de todos los brasileños", y la invitación a las comunidades eclesiales y a las organizaciones de la sociedad civil "a participar activamente en este diálogo para que, a través de la palabra, se defiendan los derechos constitucionales que garantizan la ciudadanía para todos".
La de Bolsonaro no es la primera propuesta de reforma de seguridad social pública en Brasil que se encuentra en grave déficit, agravado además por el envejecimiento de la población: otros intentos de reforma de gobiernos anteriores, también criticados por la Iglesia por su impacto en los grupos sociales más vulnerables, no han tenido éxito.
Brasil y su población
Con una densidad de población de 22,5 habitantes por kilómetro cuadrado, Brasil es uno de los países más poblados del mundo. En los últimos años, se ha reducido el crecimiento de la población que fue muy elevado hasta la década de 1960.
Sin embargo, tal como revelan los datos estadísticos oficiales, la distribución de su población es muy desigual con una concentración en las zonas costeras, especialmente en el sudeste y el noreste del país. Otro núcleo importante es la región de los estados del sur. Por su parte, las zonas menos pobladas se encuentran en el Centro-Oeste y en el Norte.
Una desigualdad poblacional que también se traslada a la gran brecha social que separa a ricos de pobres y que en caso de aplicarse la nueva reforma, incrementaría aún más.
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