San José, heredero de las bendiciones, integra las polaridades humanas
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“La figura de José aparece en los Evangelios de Mateo y de Lucas, entre estos Evangelios hay elementos en común, como que Jesús era el hijo de José y que es de la casa de David, esto nos recuerda que la figura de José tiene sus raíces más profundas en la tradición del Antiguo Testamento”, lo dijo el P. Juan Manuel Granados, S.J., Profesor de Nuevo Testamento del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, dialogando sobre la figura de San José en las diferentes tradiciones bíblicas. “En el Evangelio de Mateo además de ser padre de Jesús – precisó el exégeta – se dice que es artesano, carpintero, técnico; en el Evangelio de Lucas en cambio, se coloca un énfasis particular en ser esposo de María, como “prometido” de María, compañero, siempre aparece en plural, ellos dos, María y José”.
Las tradiciones de la fuente “Q”
El P. Granados resaltó la importancia de las fuentes bíblicas que nos hablan de la figura de San José, en ellas podemos encontrar elementos comunes y al mismo tiempo diferentes, por ejemplo, en el Evangelio de Mateo y de Lucas, también aparece mencionado en el Evangelio de Juan. “El material que encontramos en Mateo y Lucas, pero que no aparece en Marcos (el tercer Evangelio sinóptico) – precisó el exégeta – lo llamamos fuente ‘Q’ (del alemán Quelle, fuente), y es muy interesante saber que las tradiciones que se refieren a San José como esposo de María, Padre de Jesús, se refieren a esta fuente. En ambos casos hay elementos en común que hablan de la misma fuente, pero al mismo tiempo hay elementos que diferencian a las dos tradiciones”.
“José cumplimiento de las bendiciones”
En el Evangelio de Mateo, precisó el P. Granados, José es el protagonista de la anunciación, el ángel – al final del capítulo 1 – se dirige a José en sueños, mientras que en Lucas la protagonista es María. Aquí tenemos tradiciones bíblicas que tienen elementos en común y estos para nosotros son importantes. Otro elemento común e importante es ver que de José se habla de modo indirecto, es decir, cuando se habla de Jesús como hijo de José y también como hijo de David. De este modo, José es prácticamente el puente que permite comprender que la figura de Jesús tiene una historia y que no se puede entender si no está enraizado profundamente en la tradición del antiguo Israel.
José de la descendencia de David
Asimismo, el “nombre de José” es muy posible que haya sido un nombre histórico, una figura histórica. El nombre de José como tal tiene una carga simbólica muy importante porque es uno de los hijos de Jacob, una de las tribus de Israel, más aun, es el único hijo de Jacob que en la repartición de tierras recibe dos territorios (Efraín y Manases) y esto nos hace pensar inmediatamente en la “bendición” que recibió Jacob y la misma bendición que Jacob le dio a José y a sus hijos. Es importante señalar, dijo el estudioso, que hay que leer también la genealogía de Jesús en el Evangelio de Mateo, porque aquí se vincula José a la descendencia de David y después hacia atrás incluso llega hasta Abraham.
José el artesano, el “técnico”
El P. Juan Manuel Granados también resaltó otro aspecto de San José que emerge del Evangelio de Mateo (13,55), “¿No es este el hijo del carpintero?”, en otra traducción se habla del “hijo del artesano”, esto nos muestra que en más de un lugar se llama a Jesús como hijo de José. “Esta dimensión de José es importante porque en la tradición de la Iglesia y no sólo en la Iglesia, la persona de José se convierte en una figura entrañable, un hombre trabajador, ya que Mateo usa un término ‘raro’ para describir esto, ‘tecnos’ (técnico), un término que no tiene connotaciones de rangos sociales, sino que solamente se hace mención de José como técnico, como artesano, como obrero, como carpintero, y esto nos recuerda la importancia del trabajo manual, el trabajo físico”.
También se puede decir que los Evangelios por una parte nos recuerdan las bendiciones que recibimos a través de las tribus de Israel y de las cuales somos herederos en la Iglesia a través de José y con ello se actualiza la promesa; pero por otra parte está la dimensión del trabajo humano, del trabajo manual y de la acción de elaborar con las manos, diseñar, modelar; entonces, José nos recuerda que la bendición sin el trabajo no funciona.
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