Nuevo arzobispo de Quito: “Llego con actitud de salida; no soy obispo de despacho”
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
El pasado 5 de abril Su Santidad el Papa Francisco encomendó un nuevo encargo pastoral a Monseñor Alfredo José Espinoza Mateus, hasta la fecha Obispo de Loja para ser ahora el nuevo arzobispo de Quito y Primado del Ecuador. Una nueva misión en la que el Señor le pide “echar la redes en un mar más grande como es la Arquidiócesis de Quito” ha declarado para Vatican News.
El prelado electo de 61 años asegura que ha recibido la noticia tal y como pide el Papa, es decir, “abierto a las sorpresas de Dios” y que su lema episcopal es “Os haré pescadores de hombres”. Además, asegura que “no se lo esperaba” y que está muy contento aunque también lo estaba en la diócesis de Loja, donde durante los últimos 5 años “ha trabajado intensamente y tenía muchos proyectos a futuro” ha explicado.
Espíritu de salida. Pasión por el Evangelio
Durante la entrevista, Mons. Espinoza también declara que va a la Arquidiócesis de Quito con “espíritu alegre”, con espíritu “apasionado”: “yo soy un hombre apasionado, apasionado por el Evangelio y apasionado por el Reino” pero también con un espíritu “de salida, de cercanía y de misericordia”.
“El deseo del Papa es una orden para mí”
Mons. Espinoza recuerda la frase de San Juan Bosco que le dijo al Nuncio Apostólico tras aceptar su nombramiento: “el deseo del Papa es una orden para mí” y asegura que su deseo sería “seguir en Loja” pero si el Papa le pide ir a Quito, “va a Quito”. Una nueva misión que emprende con ganas “de escucha”, “de conocer” y con el corazón alegre, “dispuesto a lo que me pida el Señor” ha puntualizado.
“Nunca he sido ni seré obispo de despacho”
Hablando acerca de los nuevos retos y trabajos pastorales, Mons. Espinoza explica que lo primero que hará será salir: “no seré y nunca he sido un obispo de despacho. Me encanta salir a las parroquias”. Además, afirma que su primera línea pastoral en el Episcopado es “la actitud de salida, mirando a las periferias”: “Comenzaré por el sur de Quito que es un mundo inmenso, grande, popular, pero también iré al norte”.
Un pastor con el corazón abierto, sencillo y cercano
El nuevo arzobispo de Quito pide a los feligreses de su nueva jurisdicción que abran su corazón para que puedan recibir lo que les lleva: “el Evangelio con gran alegría” y se describe así mismo como un pastor “con un corazón grande, con un corazón que sabe amar, sencillo y cercano” pero también un pastor “que va con el corazón abierto para entregarse totalmente”. Por último les exhorta a “caminar junto a él” y les asegura que como pastor de Quito “caminará delante, en medio y detrás” de ellos.
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