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Conferencia Episcopal venezolana denuncia delitos de lesa humanidad

Mensaje de los obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana sobre la grave crisis socioeconómica y política del país y la violación de los derechos humanos

Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano

“El pueblo está cansado de tantos engaños. El Episcopado hace suyo el contenido y la intencionalidad de dichos mensajes”: es un extracto del nuevo mensaje de la presidencia del episcopado venezolano, en el ámbito de la desesperanza que vive el pueblo por una crisis que no encuentra solución. Los mensajes a los que se refiere la presidencia de la CEV son aquellos de los obispos locales, emitidos en el mes de marzo en lo que fuera un eco masivo del clamor de la gente elevado por los prelados de distintas regiones del Venezuela. En ellos hicieron mención de situaciones particulares que iban desde lo acontecido en las fronteras con Colombia y Brasil hasta las consecuencias del apagón eléctrico nacional.

En el nuevo mensaje los obispos subrayan con firmeza que “tanto lo dicho por los hermanos Obispos como los mensajes de la Conferencia expresan el sentir del Santo Padre Francisco”.  

Dignidad de la persona humana y derechos inalienables

La presidencia de la CEV parte, precisamente, de la dignidad de la persona humana y sus derechos inalienables, “el primero y fundamental el de la vida – recuerdan – de donde surgen todos los demás”. Y hacen presente que “la defensa, proclamación y desarrollo de los derechos humanos garantizan el bien común de toda la sociedad, sin excepción alguna para nadie”.

Delitos de lesa humanidad

En este sentido, tras constatar que “los derechos humanos son irrespetados de diversos modos y, en ocasiones, se llega a cometer delitos de lesa humanidad”, denuncian, una vez más, que esto lamentablemente “se ha venido haciendo en nuestra patria bajo la mirada complaciente de las autoridades que deben velar por el recto cumplimiento y defensa de los derechos humanos”.

“Entre esos ‘crímenes de lesa humanidad’ pueden considerarse numerosas situaciones sobre las que hemos alertado en varios documentos del Episcopado”, dicen, y mencionan algunas de ellas: “El asesinato y represión de los indígenas pemones y otras etnias del sur del país, a quienes además se les irrespeta sistemáticamente sus culturas; la deportación forzosa de colombianos y venezolanos, sin los procedimientos de ley cuando en 2016 se cerró la frontera con argumentos poco creíbles; la encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales; la tortura que se realiza en contra de detenidos por motivos políticos; la imposición intencional de condiciones de vida como la privación del acceso a alimentos y medicinas; la desaparición forzada de personas, es decir, la aprehensión, detención o secuestro por parte del  Estado, con su autorización, apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa a informar sobre la situación y lugar de reclusión”.

Menoscabo o violación de derechos y responsabilidad penal

Los obispos, aferrados a la Constitución Nacional del país, que en su artículo 25 declara que “Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores”, recuerdan también que “Todos los revestidos de autoridad que hayan incurrido o favorecido los delitos antes mencionados y otros del mismo talante son responsables ante la ley humana, pero, sobre todo, ante Dios, quien les premiará o condenará de acuerdo a lo que 'hayan hecho a uno de mis hermanos pequeños' (Mt 25,40)”.

A la Fuerza Armada Nacional, apoyados también en la Constitución Nacional, le recuerdan sus funciones y les reiteran su invitación a “sentirse parte de un pueblo al que hay que defender y servir, actuando de acuerdo a su propia conciencia”.

Grave, ilegal e irresponsable el llamado a los "colectivos"

En relación a las legítimas y múltiples protestas de los ciudadanos, que “manifiestan el descontento generalizado ante la falta de respuestas de los organismos del Estado”, se hacen eco del clamor de la gente que pide un cambio político ante el empeoramiento de la situación, y califican de grave, ilegal e irresponsable el llamado a los “colectivos” a reprimir a la gente cuando reclama legítimamente sus derechos fundamentales.

Quienes atentan contra los hermanos salgan de la oscuridad

Por último, en este tiempo de Cuaresma, en que Cristo nos invita a la conversión, invitan a “salir de su oscuridad a quienes están atentando contra los hermanos con delitos de lesa humanidad”: “Para ello, es necesario tender puentes y derribar muros de división, en la edificación de una patria que sea casa para todos. Es nuestro desafío, ¿lo asumiremos?”, preguntan.

El mensaje está firmado por la Presidencia de la CEV, en la persona de Mons. José Luis Azuaje Ayala, Arzobispo de Maracaibo y Presidente; Mons. Mario Moronta Rodríguez, Obispo de San Cristóbal y 1° Vicepresidente; Mons. Raúl Biord Castillo, Obispo de La Guaira y 2° Vicepresidente, y Mons. José Trinidad Fernández Angulo, Obispo Auxiliar de Caracas y Secretario General de la CEV.

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03 abril 2019, 13:33