Concluyó tercer Encuentro de Teología sobre los 40 años de Puebla
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Una visita al seminario Palafoxiano de Puebla, sede en la que tuvo lugar hace cuarenta años la III Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, ha puesto el broche final al encuentro del Grupo Iberoamericano de Teología celebrado del 23 al 25 de abril en la Universidad Iberoamericana de Puebla.
El primero en intervenir fue el cardenal Porras, arzobispo de Caracas, que disertó sobre 'La vigencia de Puebla 40 años después', en la que comenzó señalando que hoy hay una recepción serena tanto de Puebla como de Medellín. El purpurado afirma que a su juicio, “Puebla no se entiende sin Medellín”, que fue la Conferencia del Celam donde se pasó del orden deductivo al inductivo.
“En Medellín se aprecia un discurso con sujeto social y adultez cristiana que lleva a los obispos a comprometerse a producir los cambios que demandaban a la sociedad”. El cardenal aseguró que, en Puebla, se asumieron los tres siglos coloniales como parte integrante del ser mestizo latinoamericano y la realidad de las raíces populares católicas originarias del Continente frente al a-historicismo de la Modernidad Ilustrada antirreligiosa”. Además, “40 años después, se puede hablar de un pensamiento latinoamericano católico”, amén de constatar que “Medellín y Puebla fueron un punto de partida para la Iglesia latinoamericana”.
Hace 40 años en Puebla
El Grupo Iberoamericano de Teología ahonda en la sinodalidad en los 40 años de la Asamblea de Puebla. Los participantes han debatido desde varias perspectivas el “camino de la Iglesia del tercer milenio”
La presentación del documento de la Comisión Teológica Internacional ‘La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia’, por parte de Carlos Mª Galli, miembro de la citada comisión, abrió las reflexiones de un encuentro en el que se ha dialogado sobre la sinodalidad desde una triple perspectiva –histórica, teológica y canónica–, con la mirada puesta en la rica experiencia sinodal de la Iglesia Latinoamericana. Galli comenzó recordando las palabras del papa Francisco con ocasión del 50º aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos por Pablo VI: “El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”. Asimismo, señaló que para el papa la sinodalidad es una dimensión constitutiva de la Iglesia.
Caminar juntos. Sinodalidad
“Sinodalidad es la vida entendida como caminar juntos”, afirmó en su intervención el jesuita venezolano Pedro Trigo, insistiendo en que nunca habrá sinodalidad en el seno del pueblo de Dios mientras no haya sinodalidad del pueblo de Dios con los pobres de la tierra. La sinodalidad –recordó– debe incluir la voz del pueblo pobre porque, sin eso, no hay fidelidad a Jesucristo. Rafael Luciani, coordinador del encuentro, situó la sinodalidad en el marco de la conversión pastoral a la que invita el papa Francisco y recordó que, antes que nada, la sinodalidad debe ser un modo eclesial de proceder.
La figura de las conferencias episcopales ocupó otra de las sesiones del encuentro de la mano de tres relevantes eclesiologos –S. Madrigal, A. Brighenti y G. Routhier–. Sus ponencias desarrollaron la relevancia eclesiológica de las conferencias episcopales, su lugar en el ejercicio de la sinodalidad, su autoridad doctrinal y su comprensión a la luz de una conversión pastoral y misionera de la Iglesia. Estas han sido algunas de las claves de un encuentro en el que se ha subrayado la importancia de recuperar la rica experiencia de vida conciliar de la Iglesia a lo largo de su historia y, en particular, la fecunda experiencia de la Iglesia Latinoamericana. Mario López, secretario ejecutivo de la Repam habla al respecto
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