Romero Crucis: Orar con Romero para cuidar el bosque
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
El Romero Crucis es una tradición que nació hace más de 10 años como fruto del compromiso con el medio ambiente del Movimiento Juvenil Huellas y de las comunidades cristianas de la parroquia. Se trata de un recorrido de cerca de ocho kilómetros subiendo un macizo montañoso llamado “La Montañona”.
En la actualidad, personas y jóvenes de otras comunidades parroquiales se han unido a esta iniciativa que busca preservar el bosque de la tala indiscriminada de árboles, cuidarlo del fuego en la época de verano y de tomar conciencia de que ese lugar provee de agua a más de ochenta mil personas.
Presencia de Mons. Oswaldo
Este año el Obispo de la Diócesis de Chalatenango, Mons. Oswaldo Escobar, se unió a la caminata y animó a la comunidad a cuidar el bosque, los animales y el agua. “La tierra es sagrada, es nuestra madre. Ella nos da la vida y por eso tenemos que ser agradecidos, cuidándola”, añadió.
Los jóvenes de las diferentes comunidades prepararon la liturgia del Romero Crucis, así como las representaciones de cada estación.
Al final del camino, se celebra la eucaristía y se comparte una merienda. Cada comunidad lleva alimentos que se ponen en común para que nadie se quede sin comer. De esta manera, Jesús se hace presente en toda la vida de las comunidades.
Al caer el sol, la gente comienza el regreso a sus comunidades. Cansados por el camino, llenos de fe y amor por su tierra.
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