1 de mayo. Obispos de Uruguay: “El trabajo es más que una fuente de sustento”
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“El trabajo es mucho más que una fuente de sustento. Es el ámbito de un múltiple desarrollo personal y comunitario donde se ponen en juego muchas dimensiones de la vida: la creatividad, la proyección del futuro, el desarrollo de capacidades, el ejercicio de los valores, la comunicación con los demás, una actitud de adoración”, lo afirman los Obispos de la Conferencia Episcopal de Uruguay con motivo del Día de los Trabajadores.
Día del trabajo, día de memoria y reflexión
En un comunicado, los Obispos del Uruguay, hacen llegar su saludo a los hombres y mujeres trabajadores de este país en el que expresan el deseo de acompañar y conmemorar este día “que es de memoria y reflexión sobre una de las actividades que pueden – en condiciones dignas – humanizarnos y generar el bien vivir de nuestras familias”. Asimismo, los Pastores explicitan su preocupación por “el desempleo en general y particularmente el juvenil que cercena en los jóvenes la capacidad de soñar y de esperar, y los priva de la posibilidad de contribuir al desarrollo de la sociedad”.
Avances significativos en el mundo laboral
También los Obispos reconocen que “hay avances significativos como resultados de acuerdos logrados a través de los consejos de salarios; la inclusión laboral de personas con capacidades diferentes; mayores exigencias de seguridad laboral; licencias para madres y padres…”. Destacan, asimismo, el desafío que plantea “el nuevo fenómeno de la llegada de hermanos migrantes que buscan en nuestra patria el ejercicio de la dignidad del trabajo y vivir en paz”.
Al finalizar su mensaje los Obispos animan a todos a “seguir recorriendo el camino de la búsqueda de mejores y más justas condiciones laborales”, en el entendido de que “el trabajo es mucho más que una fuente de sustento. Es el ámbito de un múltiple desarrollo personal y comunitario”.
Texto completo del Saludo con motivo del Día de los Trabajadores
Como ciudadanos y pastores, los Obispos del Uruguay queremos hacer llegar un afectuoso saludo a todos los trabajadores de nuestra patria. Junto a ustedes, acompañamos y conmemoramos este día, que es de memoria y reflexión sobre una de las actividades que pueden –en condiciones dignas– humanizarnos y generar el bien vivir de nuestras familias. Efectivamente, el trabajo nos coloca junto a Dios como co-creadores, partícipes activos en la obra de la creación.
Hoy en día el mundo del trabajo comporta una realidad muy compleja y amplia. Existen muchas y variadas situaciones laborales. Hay trabajadores rurales que llevan adelante sus propios establecimientos, otros son dependientes y otros son zafrales. En las ciudades hay trabajos públicos y privados. Aunque la mayoría se realizan en condiciones formales, legales y dignas, otros se alejan de dichas condiciones. Es especialmente preocupante el desempleo en general y particularmente el juvenil que «cercena en los jóvenes la capacidad de soñar y de esperar, y los priva de la posibilidad de contribuir al desarrollo de la sociedad.»
Reconocemos que hay avances significativos como resultados de acuerdos logrados a través de los consejos de salarios; la inclusión laboral de personas con capacidades diferentes; mayores exigencias de seguridad laboral; licencias para madres y padres... Se nos presenta también en el horizonte de este tiempo, el nuevo fenómeno de la llegada de hermanos migrantes que buscan en nuestra patria el ejercicio de la dignidad del trabajo y vivir en paz.
El trabajo es mucho más que una fuente de sustento. Es el ámbito de un múltiple desarrollo personal y comunitario «donde se ponen en juego muchas dimensiones de la vida: la creatividad, la proyección del futuro, el desarrollo de capacidades, el ejercicio de los valores, la comunicación con los demás, una actitud de adoración». Como Iglesia, como pastores, queremos animar a todos a seguir recorriendo el camino de la búsqueda de mejores y más justas condiciones laborales.
Que San José Obrero, patrono del mundo del trabajo, ayude a la mujer y al hombre, trabajadores, a que en el inicio de cada jornada se sientan constructores de su patria.
Los Obispos del Uruguay
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