Desde hace 2 siglos las Hnas. Adoratrices de Granada ayudan a mujeres desfavorecidas
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
Se llama “La casa de la Esperanza” y se encuentra en la ciudad española de Granada. Estamos hablando de la obra social de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y Nuestra Señora de la Esperanza y la Fundación Amaranta; “un recurso que acoge actualmente a tres familias monoparentales, de mamás con niños” dice la hermana Aurelia, y explica que su misión es “darles una acogida donde puedan ellas encontrar un espacio”.
En “La casa de la Esperanza” de Granada, las Hermanas Adoratrices dan acogida y compañía a madres solas con hijos, que han sufrido la discriminación, la trata de personas y la exclusión social y les ayudan “en la acogida, la integración social, personal y el desarrollo tanto de ellas como de sus hijos, para que se puedan integrar en la sociedad” y continúa – “es una forma muy concreta que tenemos de caminar junto a ellas, y es una forma que va desde el cuidado hasta la autonomía, es decir, esa atención continua que es la pedagogía adoratriz que va desde el cuidado de cada persona hasta caminar hacia la autonomía”.
En “La casa de la Esperanza” las mujeres son las protagonistas
Durante la entrevista a COPE Granada – Motril, la hermana Aurelia también explica que algo muy importante en todo lo que desarrollan es que ellas son las protagonistas de su propio proceso: “nosotras somos quienes acompañamos este proceso pero siempre son ellas las protagonistas”. Y además asegura que aunque vivimos en el mundo y en la sociedad de los derechos “aún se siguen violando los derechos humanos en muchas personas y sobre todo en muchas mujeres”.
Primera toma de contacto: cercanía y cariño
“La primera acogida con ellas para nosotras es muy importante” dice la hermana Aurelia, explicando que no las bombardean a preguntas sino que para ellas lo esencial es “que tengan un encuentro agradable y liberador” y esto – puntualiza – “es parte de nuestro carisma”. El primer lenguaje no es el lenguaje hablado. Las hermanas Adoratrices utilizan el lenguaje de la cercanía, de los gestos, del cariño, de apertura “para que ellas se vayan sintiendo bien”.
Fundación Amaranta como respuesta a la realidad social actual
Al final de la entrevista, explica que la fundación Amaranta nació en el 2006 y es una respuesta actualizada a la realidad social que vivimos: “La fundación Amaranta tiene los mismos principios objetivos que la Congregación, es decir, que la misión adoratriz. Se desarrolla a través de la pedagogía adoratriz que nosotras llamamos, que es la pedagogía que inició Santa Micaela en el siglo XIX pero que luego a lo largo de todos estos años todas las Adoratrices y todos los equipos que han ido trabajando conjuntamente han ido desarrollando” concluye.
Escucha la entrevista completa en el magazine “El Espejo” de COPE Granada y COPE Motril
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