RD Congo. "El país no está suficientemente liberado", obispo Ambongo
Jean-Pierre Bodjoko, SJ - Ciudad del Vaticano
Al final de su 56ª asamblea plenaria, los Obispos de la República Democrática del Congo publicaron un mensaje que se hizo público el 21 de junio de 2019. Mons. Fridolin Ambongo Besungu sostiene que los obispos originalmente pensaron simplemente en hacer un memorando para el Presidente Felix Tshisekedi, y luego centrar su mensaje en el lanzamiento del Congreso Eucarístico que se celebrará el año próximo en la ciudad de Lubumbashi, en el sudeste del país.
"Pero mientras estábamos en la sesión plenaria, vimos que la situación en el país estaba cambiando peligrosamente con la invalidación de algunos diputados, con actitudes que empezaban a preocuparnos. Y el pueblo de Dios en ese tiempo estaba esperando un mensaje de los pastores. Así que hicimos un memorándum para el Jefe de Estado y también el mensaje que se publicó", dice el Arzobispo Metropolitano de Kinshasa.
"El Presidente Felix Tshisekedi está dispuesto a colaborar con los obispos. Pero no tiene un ángulo recto para su política..."
Mons. Ambongo no anda con ambages y nos recuerda el contexto en el que nació el poder actual. "Habíamos denunciado la negación de la verdad", dijo antes de reconocer que los obispos congoleños no se aferran a la historia porque "el bien puede salir del mal". "Tomamos el poder tal como es y vemos cómo podemos obtener lo mejor para el pueblo de Dios. Y es con esta esperanza que fuimos a hablar con el Jefe de Estado y debo decir que él ve las cosas desde el mismo ángulo que nosotros. Está dispuesto a trabajar con nosotros para hacer realidad su sueño: "El pueblo primero", que era el lema de su difunto padre", dijo el Arzobispo Ambongo.
Para él, está claro que el antiguo régimen sigue teniendo la mayor parte de las palancas del poder: el Parlamento (ambas cámaras), la Comisión Electoral Nacional Independiente, Céni, el Tribunal Constitucional, la policía, el ejército, los servicios secretos, etc. De ahí la pregunta del Arzobispo de Kinshasa sobre lo que le queda al nuevo Presidente. "Primero estamos esperando la composición del nuevo gobierno que saldrá y que hemos estado esperando durante casi seis meses. Este retraso significa que no pueden ponerse de acuerdo", señala.
¿Cómo podemos ayudar a liberar el país?
Mons. Ambongo cree que la Iglesia en la República Democrática del Congo tiene dos posibilidades para seguir luchando por un nuevo Congo: la colaboración ordinaria entre la Iglesia y el gobierno, como siempre ha sido. Es en este sentido que, al reunirse con el Presidente, los Obispos le pidieron que finalizara el acuerdo marco sobre su escritorio, un acuerdo que ya ha pasado por todas las demás etapas y que sólo está a la espera de la firma del Jefe de Estado. "Le animamos a que lo hiciera. Y nos lo prometió", dice el obispo Ambongo.
La segunda posibilidad es el consejo que los Obispos han dado al nuevo Presidente: dada la sensibilidad de su situación, tiene todo el interés en trabajar con sus colegas de ayer, sus antiguos amigos de la oposición. "Si les da la espalda a sus amigos de ayer, los de la oposición, se debilitaría frente a su aliado en el actual gobierno, el Frente Común para el Congo, FCC", dijo el arzobispo de Kinshasa.
¿Puede la Iglesia ejercer presión?
"Trabajamos sabiendo que el país no está suficientemente liberado. Pero al mismo tiempo también creemos y hemos dicho al Jefe de Estado que cualquier acción que la Iglesia pueda tomar mañana, si no hay una verdadera justicia que siga siendo la columna vertebral de un Estado, todas las iniciativas que tomaremos, si el propio juez es corrupto, no hay nada que funcione en el país", esta es la convicción del obispo Ambongo, quien cree que además de la presión que los obispos pueden alentar a nivel de base, pero el Estado también debe cumplir con sus responsabilidades. "Reconocemos que un estado moderno, respetable, tiene una justicia que funciona, pero hoy en día, en la República Democrática del Congo, es la justicia la que hace reír a todos", dice el Obispo Ambongo.
¿Por qué la frase: "No hay obstáculos para el cambio" al principio de tu último mensaje?
"Significa la síntesis de la situación que estamos viviendo. Por un lado, el pueblo ha elegido un cambio a gran escala, pero podemos ver que, contrariamente a la elección del pueblo, es el viejo sistema el que continúa. Así que nuestra intervención es para recordar a los que están allí, sea cual sea la naturaleza de su coalición, que saben que la gente quiere un cambio y que no deben bloquear la voluntad de la gente", dice el Obispo Ambongo.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí