El Salvador celebra 102 aniversario de nacimiento de San Romero

Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano

Según el medio VerdadDigital.com, la capilla del Hospitalito “Divina Providencia”, donde fue asesinado San Romero y la Cripta de Catedral Metropolitana, donde descansan los restos del primer santo de El Salvador, recibieron cantos, flores, oraciones y visitas de cientos de feligreses de diversas partes de El Salvador.

Serenata en la Cripta de San Romero de América

El padre Roque Regalado, Párroco de la Parroquia Nuestra Señora Reina de los Mártires, manifestó que la iglesia católica celebra con alegría este aniversario porque hace 102 años se comenzó con un camino de santidad con el nacimiento de San Romero de América, en El Salvador. Fue el inicio de una huella, dijo, que ahora nos queda más claro cómo debemos de vivir el cristianismo en la realidad salvadoreña. Hemos aprendido de San Romero que la vida que Dios nos da, en agradecimiento debemos de entregarlo de nuevo y hoy celebramos que San Romero vino a este mundo y supo entregar su vida a Dios por los pobres, por la justicia y el Reino de Dios”, detalló el padre Regalado.

Diversas actividades en la conmemoración del natalicio

En el marco del natalicio de Mons. Romero, la Iglesia católica desarrolla diversas actividades, entre ellas ponencias sobre la vida y espiritualidad de San Arnulfo Romero, que explican cómo él vivió la experiencia de la convicción cristiana asemejándolas en la realidad salvadoreña. 

El Padre Regalado dijo que “Debemos entender que San Romero no fue canonizado sólo para que le encendamos velitas, sino que, escuchando su palabra, nosotros también podamos encarnar esa experiencia de cristianismo, y a la iglesia católica ser una iglesia que camina junto al pueblo y lo acompaña para construir una sociedad más justa”. Señaló que el reto para la iglesia católica es hacer de San Romero agua viva para los cristianos y sociedad salvadoreña.

Iglesia Católica exige justicia en caso del martirio de San Romero

A 39 años del martirio de San Romero, el Estado salvadoreño no ha podido ejercer justicia en el caso. El Padre Roque Regalado, afirmó que “se ha hecho un intento por la apertura del caso, pero aún no se miran avances, pero si la iglesia ha hecho un reconocimiento de que el asesinato de San Romero es un martirio, entonces eso debe de obligar al gobierno a hacer justicia de este caso”, dijo. 

“Lo que le queda al Estado, es decir: si este hombre fue asesinado por defender los derechos humanos se ha hecho un grave homicidio y por lo tanto debe reconocerse al culpable y hacerse la justicia necesaria”, agregó. Como representante de la Iglesia Católica, Regalado exigió que se haga justicia en el caso del Martirio de San Romero, y que la justicia NO solo sea en caso, sino que, en todos los asesinatos a través de la creación de la Ley de Reconciliación Nacional, que debe hacer la Asamblea Legislativa.

Festejos en la Cripta de Catedral Metropolitana

La Cripta tuvo la visita de personas de diferentes edades, que celebraron los 102 años del natalicio de San Óscar Arnulfo Romero con grupos musicales, un museo, ponencias y misa.

Este día la Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral realizó una serie de actividades enmarcadas en resaltar la vida del obispo Mártir, iniciando a las ocho de la mañana con el canto de las “mañanitas” en su mausoleo y luego la visita del museo de monseñor Romero al interior de la cripta.

Posteriormente, hubo un espacio para dar testimonios, cantos y el sacerdote Roque Regalado tuvo a cargo la ponencia “La espiritualidad de monseñor Romero”, para luego culminar con la eucaristía a las cuatro de la tarde y compartir un pastel entre las comunidades por su cumpleaños.

Mientras el Arzobispado de San Salvador ofreció la santa misa en Catedral Metropolitana y fue presidida por el arzobispo Mons. José Luis Escobar Alas para concluir con las actividades. Las actividades se realizan en espera del primer aniversario de su canonización el próximo 14 de octubre.

San Óscar Arnulfo Romero nacido el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, vivió una infancia junto a sus otros hermanos en un entorno acentuado por la sencillez, la humildad y el fervor a la Virgen María y Dios, como se afirma en datos biográficos. Valores morales que sumados a los votos sacerdotales de pobreza y obediencia, selló el destino del más universal de los salvadoreños.