Bolivia: “Te Deum ecuménico” para la región de Chiquitania
La petición de perdón al Dios de la vida y de la creación, por las graves heridas causadas a la naturaleza, a la biodiversidad y a la población de la región de Chiquitania – afectada por los devastadores incendios de los últimos dos meses – caracterizó la celebración del "Te Deum ecuménico", que tuvo lugar el 24 de septiembre en Bolivia, en la Basílica Menor de San Lorenzo Mártir. Presidió esta solemne celebración el Arzobispo de Santa Cruz, Monseñor Sergio Gualberti.
Los presentes en el momento de la oración
En la celebración de este "Te Deum" asistieron también representantes de las Iglesias cristianas que participan en el diálogo ecuménico: el Pastor Jorge Wills de la Iglesia Metodista en Bolivia; el Padre Hedra El Hamba Boula de la Iglesia Copta Ortodoxa; el Pastor Oscar Villareal de la Iglesia Anglicana y los Pastores Nathan Tows y Leidy Muñoz del Comité Menonita. Junto a todos ellos también asistieron las principales autoridades civiles del Departamento y de la ciudad.
La casa común herida
"Este año celebramos nuestros eventos en un momento difícil, dijo el Arzobispo Sergio Gualberti al comienzo de su homilía. Por un lado, el clima de incertidumbre y tensión por la campaña electoral y, por otro, toda la creación que gime ahora y sufre dolores del parto a causa de los incendios en Chiquitania. Sufrimos y rezamos por la pérdida de vidas humanas, por los pueblos indígenas que lo han perdido todo, por las heridas a nuestra casa común, por la contaminación del aire y del agua y por la devastación de varias especies de flora y fauna”.
La creación debe ser respetada porque es sagrada
Monseñor Gualberti continuó diciendo:
Fue particularmente conmovedor el momento del ofertorio, cuando entraron en procesión los bomberos uniformados con una cinta negra en la bandera, como señal de luto por sus colegas muertos durante los incendios.
La necesidad de una Iglesia misionera
Al final de la celebración, Monseñor Gualberti también se detuvo sobre el significado del Mes Misionero Extraordinario, comenzando por la realidad boliviana de Santa Cruz. "En Bolivia – afirmó – tenemos el gran desafío de ser verdaderamente una Iglesia misionera, en misión, para la misión. Por eso es necesario que todo bautizado se dé cuenta de que ¡desde el bautismo es un misionero! Si ha recibido este don de la fe, no puede dejar de compartirlo". (Agencia Fides)
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