Sigue sitiada iglesia en Nicaragua. Sacerdote y 11 personas sin servicios básicos
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Desde el jueves pasado está sitiada por la Policía Nacional y paramilitares la iglesia San Miguel Arcángel en Masaya. Ese día, según medios locales, se iba a hacer una misa pidiendo por los presos políticos, al comenzar a llenarse el templo la Policía Nacional creó un muro de 300 metros, evitando el ingreso o salida de nadie, quedando atrapadas 10 mujeres madres de los prisioneros políticos, el sacerdote y un asistente del padre Edwin Román.
A partir de ese momento, y según los medios locales, las madres de familia comenzaron un ayuno pidiendo la liberación de sus hijos. Las autoridades del país les quitaron los servicios básicos, agua y luz. Acción duramente condenada por la Arquidiócesis de Managua, Masaya y Carazo, así como por la OEA y el Gobierno de España.
Nuestra fuerza está en la oración
En una nota desde la página de Facebook de la Arquidiócesis de Managua, se aprecia una foto del Padre Román, acompañada por estas palabras: “Nuestra fuerza está en la oración”. El domingo el Padre Edwin Román celebró la eucaristía con las madres de presos políticos, con quien lleva tres días encerrados por el asedio e intimidación de la policía. Seguimos en oración para que se respete en toda Nicaragua la libertad de movilización y libertad religiosa.
En video recibido por Vatican News se pudo apreciar, que no permiten el ingreso de medicinas, agua o alimentos. En sus declaraciones de ayer domingo, el cardenal arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, recordó la nota de prensa del viernes pasado, en la que exigían el restablecimiento de los servicios básicos, condenando el acoso que se está haciendo a la parroquia y la supresión del agua y la luz. Solicitaron a las respectivas entidades que pronto les devuelvan los servicios básicos.
Aún no logra entrar el cardenal a la iglesia
El cardenal ha expresado que están viendo la posibilidad de poder entrar en la iglesia, y para ello está haciendo las gestiones debidas, “porque no se puede ingresar así no más", explicó a periodistas.
Una oración que se extiende por todo el continente
El sábado en la misa que presidió el purpurado en la parroquia Nuestro Señor de Veracruz, señaló que pidió de corazón a los fieles presentes que tengan en sus oraciones al padre Román y a las madres encerrados en el templo. El elemento más importante de la Iglesia es la oración, señaló.
"he hablado en manera permanente desde que supe que tenían rodeada la parroquia con el padre Román y le he prometido orar por él para que el Señor le de fortaleza, y por la arquidiócesis, para ser todos promotores de la paz, de la reconciliación entre todos, y que el Espíritu Santo nos de la lucidez para evitar esta confrontación, estos señalamientos que pueden hacer mucho daño a la comunidad y a la Iglesia".
En este contexto, afirmó que ha tenido solidaridad de parte de todos los obispos del país, demostrando su cercanía hacia la Arquidiócesis, cercanía también que recibió del Celam.
El ayuno sigue por la liberación de sus hijos
Las madres de los prisioneros políticos que están asediadas en la parroquia junto con el sacerdote han dicho que no suspenderán la huelga de hambre hasta que no logren la liberación de sus hijos, al respecto el cardenal dijo que esa es una "intención muy hermosa, toda madre clama por la libertad de sus hijos, y nosotros oramos para que este clamor sea escuchado. Así como en las sagradas escrituras está la palabra “escucha Israel”, estoy seguro que el Señor escuchará, y también las autoridades".
Según los medios locales, y a través de un audio que grabó una de las madres, explicaron que todas ellas presentan ya signos de debilidad por el ayuno, mientras el sacerdote, quien es diabético, presenta deshidratación.
El cardenal Brenes recordó el Ángelus del ayer sobre todo cuando el Papa dijo que hay que responder al odio con amor, "hoy tenemos mucho odio, se ataca a la Iglesia o a los obispos, o al Papa", y el Papa aconsejó cómo responder: al odio con amor, a las ofensas con el perdón. Nos han ofendido diciéndonos tantas cosas. Estas palabras del Papa, añadió por último, se aplican al momento histórico que vive el país. Y en este momento hay que ser testigo del amor y la esperanza del Señor.
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