Sako: Espero que el gobierno de Irak escuche a la gente que está sufriendo
Michele Raviart - Ciudad del Vaticano
En Irak, al menos tres personas fueron asesinadas en Karbala, en el sur del país, donde una multitud atacó el consulado iraní en la ciudad. Los manifestantes reemplazaron la bandera iraní por la iraquí y acusaron al gobierno de Teherán de interferir en los asuntos de su país. Se arrojaron piedras contra el cuartel general de la diplomacia iraní en lo que es una de las ciudades sagradas para los musulmanes chiítas. Las fuerzas de seguridad declararon que habían disparado al aire para dispersar a los manifestantes, mientras que algunos testimonios hablaban de disparos a altura de hombre.
250 víctimas hasta ahora
Las protestas en Irak contra el costo de la vida y la corrupción del gobierno comenzaron el 1 de octubre y hasta la fecha se han cobrado más de 250 víctimas por los enfrentamientos entre los manifestantes y los organismos encargados de hacer cumplir la ley. En la capital Bagdad, el corazón del descontento se manifiesta en la plaza central de Tahrir, ocupada por miles de personas que han desafiado el toque de queda impuesto por el gobierno.
Gran participación de las mujeres
"Espero que el gobierno escuche el grito de estas personas que sufren, como lo ha pedido el Santo Padre", dijo el Cardenal Louis Raphaël Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, que se reunió con los manifestantes el sábado en la Plaza Tahrir. "Fui a llevar medicinas para los heridos y los enfermos", dijo, "y me encontré con miles y miles de jóvenes, ancianos, mujeres y jóvenes estudiantes. Es la primera vez que las mujeres participan en estas manifestaciones.
El gobierno pide el restablecimiento de la normalidad
"Estas personas buscan justicia y un futuro mejor y han podido derribar las barreras sectarias que dividen a los iraquíes, unirlos y decir que Irak viene antes que todo", dijo el cardenal. "Han pedido al gobierno que tome medidas rápidas y concretas y que recupere el dinero que ha desaparecido en los últimos dieciséis años por la corrupción en los proyectos de desarrollo económico, social y sanitario". Mientras tanto, el primer ministro Adel Abdul Mahdi pidió a los manifestantes que le ayude a restaurar la normalidad en el país y destacó que las protestas están costando miles de millones de dólares a la economía iraquí. El Presidente Barham Saleh, por su parte, prometió elecciones anticipadas y una nueva ley electoral.
Las similitudes con las protestas en el Líbano
Protestas similares en forma y contenido están teniendo lugar estos días también en el Líbano y el Cardenal Sako subrayó las similitudes entre los dos países. El descontento, dice el Patriarca de los caldeos, se debe "a la corrupción" y "a la clase política que busca el poder y el dinero mientras la gente sufre". "Los manifestantes iraquíes y libaneses", entonces, "se plantean las mismas preguntas sobre la dignidad humana, la prosperidad económica, la justicia social, la ciudadanía, lejos del sectarismo y el confesionalismo".
Sako: estos gritos son los gritos de Cristo
El Cardenal Sako apreció entonces cómo él y sus colaboradores fueron recibidos en la Plaza Tahrir. "Ustedes los cristianos son hermanos y hermanas y están en el origen de este país", les dijeron. "Siento en lo profundo -afirmó el cardenal- que estos gritos son los gritos de Cristo, que vino a dar a los hombres una vida más digna; su lucha contra todas las maniobras, su oposición a las autoridades religiosas de su tiempo, contra la política: he aquí que hoy estamos viviendo la misma situación. Siento que Cristo está presente: no es una teoría, una especulación teológica, sino una encarnación. En la plaza había unas 500.000 personas, y nosotros éramos unos diez, con dos o tres obispos, cinco o seis sacerdotes, una veintena de jóvenes: todos vinieron a rodearnos y a hablarnos: es un signo de esperanza, para nosotros....".
Una Misa por la Paz y la Estabilidad
Hoy han permanecidas cerradas la escuela y la administración en la mayor parte del país y esta tarde se celebrará una oración ecuménica por la paz y la estabilidad en el país en la Catedral de San Pedro de Bagdad.
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