Comunicado de los Obispos de Brasil tras la muerte de jóvenes en Paraisópolis

Ciudad del Vaticano

Los obispos de la Región Sur 1 de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), han expresado su pesar por los actos de violencia que provocaron la muerte de nueve jóvenes este domingo 1° de diciembre en Paraisópolis, en la ciudad de San Pablo.

En el comunicado, firmado por Dom Pedro Luiz Stringhini, Presidente de la CNBB, Dom Edmilson Amador Caetano, vicepresidente y Dom Luiz Carlos Dias, secretario, los prelados expresan “la solidaridad fraterna de la Iglesia Católica con las familias afectadas” por las pérdidas de seres queridos, al tiempo que reafirman su “opción preferencial por la juventud al hacer eco, en esta lamentable circunstancia, del grito de millones de jóvenes excluidos del derecho a la educación, al trabajo, al ocio y al acceso a los bienes culturales de este país”.

Necesarios proyectos eficaces para superar la violencia

“En las periferias desgarradas por la ausencia de recursos materiales y políticas públicas indispensables para el bienestar, la fraternidad y la sociabilidad, donde la vida se comparte con alegría y seguridad, entendemos que nuestros jóvenes pobres y necesitados buscan, a su manera y en la medida de lo posible, oportunidades de ocio y encuentro", añaden los obispos, recordando que “corresponde a todas las personas de buena voluntad y sentido ético, en particular a las instancias políticas responsables de los aparatos de seguridad del Estado, proporcionar a todos, especialmente a la población más vulnerable, oportunidades y proyectos eficaces para superar la violencia y las desigualdades económicas y sociales. No es ético ni patriótico que los recursos humanos y materiales sean instrumentalizados para herir y eliminar la vida y la dignidad de cada ser humano.”

El compromiso de la Iglesia con la evangelización de la juventud

“La Iglesia Católica reafirma su propósito y compromiso con la evangelización de la juventud,- aseveran los obispos de la CNBB – convencidos de que los jóvenes, “dotados de los más nobles sentimientos y valores familiares, culturales, religiosos y humanos”, “recorrerán caminos de justicia y ciudadanía, libres de las circunstancias que conducen a la violencia y la muerte”. Los purpurados concluyen el comunicado con la esperanza de “que el mensaje de amor y paz, celebrado en la proximidad de la Navidad, sea el horizonte de esperanza en los caminos de la juventud y de la sociedad brasileña”.

La tragedia en una favela de San Pablo

Los jóvenes que perdieron sus vidas en la madrugada del domingo 1° de diciembre en Paraisópolis, la segunda mayor favela de San Pablo, participaban en una multitudinaria fiesta callejera de unas 5.000 personas.  Los 9 jóvenes, de los cuales cuatro eran menores de edad, murieron pisoteados por una avalancha humana ocurrida tras una irrupción policial. Según las autoridades, la avalancha se produjo después de que los agentes se adentraran en la fiesta en busca de dos sospechosos que se habían escondido entre la multitud y que dispararon huyendo de los agentes. Según informa la agencia Efe, la versión oficial contrasta con la de varios testigos y de algunos videos divulgados por redes sociales, que muestran abusos de parte de los uniformados.  Por su parte,  la organización internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch exigió al Ministerio Público, con obligación constitucional de controlar el trabajo de la policía, que garantice una "investigación rápida, completa e independiente de cualquier abuso o uso excesivo de la fuerza en este caso".