"Teoría y práctica del desarrollo". 10 años de Caritas in Veritate
Ciudad del Vaticano
“En Caritas in Veritate, el Papa Benedicto XVI enraizó el desarrollo humano integral en una cultura o civilización del amor, fundada en la misión de Cristo y con el rostro característico de la gratuidad”. Así lo dijo el cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en su discurso de apertura del seminario.
Durante la jornada de estudios, tal como lo informa el comunicado de prensa de la Santa Sede, el mensaje que surgió fue sobre la necesidad de recuperar y actualizar el significado del bien común en una perspectiva plural de "bienes comunes", de los cuales debemos ser custodios.
La enseñanza social de la Iglesia
El Cardenal Turkson señaló la existencia de un hilo conductor entre el magisterio de la Iglesia y los documentos de los pontífices, comenzando con el Concilio Vaticano II, con San Juan XXIII y San Pablo VI, en el que se abrió “la enseñanza social de la Iglesia, según la cual el sentido del desarrollo no puede limitarse al crecimiento económico y material, sino que debe extenderse a las relaciones, las aspiraciones sociales y las necesidades espirituales". Después, esto se reafirmó en Populorum progresio de Pablo VI (1967), fue profundizado por San Juan Pablo II, en particular, en Sollicitudo rei socialis; y posteriormente, en Caritas in Veritate, por el Papa Benedicto XVI.
“Es una señal clara contra la tendencia globalizadora del tiempo, a la que se puede responder enraizando el desarrollo humano integral en la comunión de amor del Dios trinitario, quien creó a la persona humana como un ser relacional, destinada a vivir en solidaridad por su bien común. Para ello, la persona humana se presenta como aquella que tiene vocación de desarrollo".
Desarrollo humano integral
Por otro lado, el profesor Stefano Zamagni, presidente de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, dijo que “esto significa que el desarrollo humano se adapta a tres dimensiones: crecimiento (medido por el PIB); la dimensión socio-relacional; la dimensión espiritual. "El desarrollo humano es integral cuando las tres dimensiones se toman en consideración conjuntamente, es decir, en forma multiplicativa y no aditiva”, enfatizó Zamagni.
El economista Luigino Bruni, profesor de la Universidad LUMSA de Roma, dijo que "Caritas in Veritate es una gran carta de amor" dirigida principalmente a los econmistas, pero no solo a ellos. "Es posible vivir plenamente el concepto de gratuidad en nuestras vidas y en nuestro trabajo”, afirmó.
Recibir caritas para dar caritas
Monseñor Bruno Marie Duffè, Secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, reiteró que es un movimiento de amor: "recibimos caritas para dar caritas”, siendo este "el movimiento del desarrollo: recibir y dar”. Tras diez años de la publicación de la Encíclica, "estamos llamados a revisar la forma de redescubrir que somos ricos juntos, en la experiencia de solidaridad y reciprocidad. Por lo tanto, no podemos contribuir al desarrollo humano completo, y por lo tanto integral, sin este progreso en un camino común", enfatizó Monseñor Duffè.
El objetivo, en la intención del Dicasterio, fue profundizar con la contribución de representantes de la Iglesia, de organizaciones internacionales y no gubernamentales y expertos del mundo económico y académico, qué influencia puede ejercer Caritas in Veritate en la sociedad contemporánea.
El evento contó con la participación de aproximadamente ochenta personas, donde destacan figuras de renombre internacional como Jeffrey Sachs, Tony Castleman, Anna Rowlands, Mukhisa Kituyi, Maria Luisa Silva, Wanda Rodríguez y otros que contribuyeron a este propósito durante todo el día.
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