Argentina. Pastoral Social: “La deuda social es la gran deuda de los argentinos"
Ciudad del Vaticano
“La deuda social es la gran deuda de los argentinos”. Así lo expresa la Comisión Episcopal de Pastoral Social de Argentina, en un comunicado donde trata la deuda externa y las deudas sociales presentes en la nación sudamericana. La Comisión expresa la necesidad de “corregir los modelos de crecimiento que son incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente, la acogida de la vida, el cuidado de la familia, la equidad social, la dignidad de los trabajadores, los derechos de las generaciones futuras”.
Ante todo, atender las deudas sociales
En el documento se señala que atender la deuda pública es necesario, pero sobretodo se deben atender las deudas sociales, algo que “afecta la vida de muchas personas”. En este sentido, las obligaciones “creadas por la deuda externa no pueden y no deben soslayar la mirada ética respecto de los compromisos con la deuda social”, nacientes de una “especulación financiera” que está por encima “de la producción y el trabajo digno”.
La dignidad humana en peligro
Ante la crisis se plantea un dilema: “pagar sobre el hambre y la miseria de millones de compatriotas o buscar un camino que, sin dejar de honrar las deudas, anteponga el crecimiento de la economía, el equilibrio de las cuentas públicas y la atención de los más necesitados”.
La Comisión enfatiza que la deuda social es un problema central, que pone en peligro la dignidad humana, reflejada en los “rostros e historias de sufrimiento y lucha por sobrevivir”. Con ello, se debe pensar en el bien común, siendo necesario que “la política y la economía”, se pongan “al servicio de una vida decorosa para todos”.
La Patria, protagonista de su propia suerte
En este sentido, la Comisión desea que, “al abordar el tema de la deuda externa”, la Patria “se asuma como protagonista de su propia suerte para definir el propio desarrollo cultural, civil, social y económico”, construyendo “un modelo que tenga como eje central la producción y el trabajo”. “Para ello es necesario promover una nueva cultura política solidaria tanto en lo interno como en el ámbito de la cooperación internacional”, explica la Comisión.
Tantas veces el endeudamiento es utilizado “por los organismos internacionales para imponer un modelo económico y cultural” que solo incrementa “la pobreza, el desempleo y la desigualdad social”, así como “la explotación y el abuso” de la casa común.
Una economía con rostro humano
Siendo claro, que “las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente”, mientras que “las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar”, como lo ha dicho el Papa Francisco, la Comisión insta a que “se profundicen acciones que se sustenten en la ética de la solidaridad, de la educación y el diálogo social”. De este modo se podrá crear “un modelo basado en la producción y en la economía social”, que tenga un “rostro humano”, y que, “a partir de saldar la deuda social, pueda honrar sus compromisos con la deuda externa privilegiando la protección de los más vulnerables”.
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