Bolivia. “Querida Amazonia”, nuevos y viejos compromisos
Manuel Cubías – Ciudad del vaticano
Con el objetivo de socializar y profundizar sobre el contenido de la Exhortación “Querida Amazonia”, se realizaron dos talleres con la participación de más de cuarenta agentes de pastoral. Los participantes provienen de dos territorios indígenas del TIM, Territorio Indígena Multiétnico, y del TIMI, Territorio Indígena Mojenio Ignaciano, que pertenecen a las dos parroquias de San José del Cabitu y San Ignacio de Mojos.
Los cuatro sueños: social, ecológico, cultural y eclesial
El padre Fabio Garbari S.J., responsable de la parroquia San Ignacio preguntado sobre la recepción de la Exhortación “Querida Amazonia” en esta región de Bolivia respondió:
“Creo que los primeros tres sueños del Papa, el social, ecológico y cultural, como que coinciden con los sueños de la gente, son el mismo sueño de la gente. La gente se identifica en estos sueños, y les resulta como gran de consuelo saber, creer, que la iglesia también está vibrando con las mismas notas, que sus problemas sociales, ecológicos y de defensa de su cultura son también el problema de la iglesia”.
Refiriéndose al sueño eclesial, respondió: “En cuanto al cuarto sueño, el sueño eclesial, como que la gente lo vive también cómo “ésta ya es una realidad” de alguna manera, o sea, aquí, el sueño eclesial del Papa, es en realidad la vida eclesial de las comunidades, de nuestras comunidades. La gente vive los ministerios, vive la realidad soñada por el Papa, la vive en sus comunidades donde tiene la suerte de tener un párroco que acompaña, un párroco que acoge su manera de celebrar, de vivir, de ser. Prácticamente aca el sueño ya es realidad”.
Nuevos y viejos compromisos. ¿Para la comunidad o para la Iglesia?
El padre Garbari responde a este cuestionamiento con una vivencia que parte de su experiencia de acompañamiento y escucha a los agentes de pastoral, que parte del reconocimiento de dónde se hace presente la gracia de Dios:
La gente, inclusive hay un ejemplo que siempre hago en una comunidad, donde a Mateo le hacía caer en cuenta en las consultas pre sinodales que no tenían Eucaristía, que tenían Eucaristía dos veces al año. Ellos me decían “no padre, aquí con Don Antonio nosotros celebramos”. Sí, pero él no consagra, el da la comunión, pero no consagra. “No padre, nosotros aquí con Don Antonio tenemos la misa”. Y cuando les hice caer en cuenta que nadie muere con la extremaunción: “No padre, nosotros vamos con Antonio a rezar con los enfermos”. Allá yo me di cuenta que el problema es nuestro, el problema es de la iglesia, pero seguramente el Espíritu Santo está presente. Allá, la gracia de Dios está a través de don Antonio que evidentemente no es ni diácono, ni cura, pero la gracia está llegando a la comunidad.
Y entonces, el problema es que nosotros como iglesia lo tenemos que reconocer, y eso nos cuesta. Pero para ellos están con serenidad y con tranquilidad, y en perfecta Comunión con nosotros, viviendo su vida y sintiendo que tienen la gracia de Dios.
Seguir con la invitación del Papa
Fabio Garbari, animado por la Exhortación, declaró: “en Mojos vamos a seguir con más entusiasmo la caminata sinodal, motivados ahora también por estos dos documentos y por la comunión con todas las comunidades indígenas de la Panamazonía”.
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