Egipto: a cinco años del martirio de 21 coptos ortodoxos
Adélaïde Patrignani - Ciudad del Vaticano
Hace cinco años, las imágenes del martirio de unos hombres vestidos de naranja, con sus ojos aún serenos y radiantes de fe poco antes de su muerte, habían conmocionado y conmovido al mundo entero. Una semana después de su decapitación, el Patriarca Copto Ortodoxo, Tawadros II, decidió inscribirlos en el Synaxarium, el libro de los mártires de la Iglesia Ortodoxa Copta.
Veinte de ellos eran cristianos copto-ortodoxos egipcios, y la 21ª víctima era un cristiano de Ghana. La celebración de su memoria se fijó el 15 de febrero, fecha en la que se emitió el vídeo de su ejecución.
Su última palabra para Jesús
Por su parte Mons. Anba Antonios Aziz Mina, obispo copto católico emérito de Guizeh refiriéndose al crimen expresó: “El vídeo que retrata su ejecución, fue construido como una escalofriante puesta en escena cinematográfica, con la intención de diseminar el terror. Sin embargo, en ese producto diabólico de ficción y horror sangriento, vemos que algunos de los mártires, en el momento de su ejecución bárbara, repiten ‘Señor Jesucristo’. El nombre de Jesús fue la última palabra que apareció en sus labios. Como en la pasión de los primeros mártires, se confiaron a Aquel que pronto los recibiría. Y así celebraron su victoria, la victoria que ningún verdugo puede quitarles. Ese nombre susurrado en el último instante ha sido como el sello de su martirio”
La iglesia dedicada a los 21 mártires coptos “de la fe y de la patria” decapitados en Libia en 2015 en manos de Daesh fue inaugurada el 15 de febrero de 2018, día elegido para su memoria litúrgica. El templo fue construido en el pueblo de Al Our, en la provincia de Minya, Egipto, lugar de procedencia de 13 de los 21 mártires.
Este año, el 15 de febrero, al final de dos semanas de conmemoración, se inauguró una exposición en su memoria en el museo ya dedicado a ellos.
La tragedia esta aun presente
En declaraciones hechas a Vatican News, el Padre Rafic Greiche, párroco de San Cirilo de los Melquitas en El Cairo, declaró que, en la memoria de los cristianos egipcios, el recuerdo de aquella tragedia está todavía “muy presente”. También alabó el testimonio ejemplar de fe de estos mártires.
El sacerdote, antiguo portavoz de la comunidad católica copta y director de la revista le Messager, precisó que estos eventos se celebran sólo “dentro de la Iglesia Ortodoxa Copta”, y que los medios de comunicación egipcios apenas hablan de ellos.
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