P. Alberto Debbi, llamado a servir como neumólogo en el hospital de Sassuolo

Paolo Ondarza – Ciudad del Vaticano

Empujado a usar de nuevo, la bata sobre la sotana declaró a Vatican News, el p. Alberto Debbi: "además de varios llamados de la televisión y los periódicos, fueron los contactos telefónicos con antiguos colegas: me pintaron una situación verdaderamente dramática y desafiante, poco conocida fuera del hospital. Así que me pregunté: ¿qué hago?  Soy médico, especialista en neumología. Cuando te enfrentas a una necesidad tienes que estar disponible".

Don Alberto tiene palabras de gran aprecio para sus colegas que lo acogieron inmediatamente como si fuera una familia: en tan sólo 10 días lograron derribar toda la organización del trabajo. También gracias a la generosidad de muchas donaciones, el Hospital de Sassuolo se está equipando para crear un área dedicada a la Unidad de Cuidados Intensivos y ya ha acogido a los primeros pacientes que necesitan asistencia respiratoria las 24 horas del día. "Los médicos - dice el sacerdote - han sido capaces de hacer cosas heroicas en una situación desafiante y dramática. Es agradable ver en sus ojos la determinación, el deseo de hacer el bien, el deseo de estar cerca de los enfermos incluso con fatiga física".

Fatiga física y espiritual. Don Alberto no oculta que el enemigo contra el que se lucha cada minuto no es fácil de afrontar y golpea a todos, viejos y jóvenes: "Está claro que donde hay fragilidades o patologías previas, las cosas tienden a empeorar, pero la enfermedad es exigente para todos. La situación es particularmente crítica, no tenemos grandes armas a nuestra disposición, intentamos hacer lo que podemos, pero la impresión es que podemos tener poco efecto en la enfermedad del paciente".

¿Qué significa volver a ser médico como sacerdote?

¿Qué significa volver a ser médico como sacerdote? "Espero ser capaz de llevar el mensaje y la cercanía del Señor". Le acompaña la oración, el afecto y la cercanía de los feligreses manifestada de diversas maneras en estas horas. La fe da valor y ayuda a enfrentar la aprehensión y el miedo.

A los que deben permanecer en casa, pero sienten la llamada cristiana a acercarse a los que sufren, el sacerdote dice que "la oración es accesible a todos". Todos pueden rezar desde casa. Hagamos lo que podamos y hagámoslo lo mejor posible. Hagamos lo que podamos y hagámoslo lo mejor posible. Creo que hay una necesidad real de promover comportamientos hermosos, de hacer el buen movimiento". Antes de volver a su trabajo, Don Alberto pide un deseo: "Esperamos realmente poder aprender de esta dramática situación. El bien también puede ser extraído de una situación en la que aparentemente no hay nada bueno".