Argentina. Cáritas continúa con el "Plan Emaús" para la inclusión escolar

Isabella Piro – Ciudad del Vaticano

En Argentina, el año escolar comienza en marzo. Por esta razón, la Cáritas nacional ha decidido continuar con su "Plan Emaús" dedicado a la inclusión educativa.  El proyecto, nacido ya hace diez años, parte de un hecho: la disparidad de oportunidades entre los niños y jóvenes de los sectores más vulnerables es evidente y, por lo tanto, es necesario integrar la formación institucional que proporciona el Estado.

"Según el Indec, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos -explica Cáritas en una nota- en 2018, en Argentina vivían 13,1 millones de niños entre 0 y 17 años, de los cuales el 46,8% (de 0 a 14 años) vivían en familias pobres y el 10,9% en condiciones de indigencia". Además, los datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Nacional indican que "casi el 30% de los niños y jóvenes viven en familias que no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias; el 23,4% vive en situaciones de hacinamiento que complican su capacidad para hacer los deberes escolares; el 47,7% no tiene acceso a Internet en su casa, y el 15,5% de los niños de 5 a 17 años realiza algún tipo de trabajo".

"Para responder a estos desafíos", dice Caritas, "es necesario desarrollar propuestas flexibles y creativas", como el "Plan Emaús" que, desde hace más de una década, "ofrece diversas posibilidades, que integran las experiencias comunitarias con el sistema educativo estatal, para promover la inclusión educativa". Son cinco, en particular, los sectores incluidos por el "Plan Emaús": espacios educativos, becas para familias y becas universitarias, atención a jóvenes vulnerables y momentos de convivencia.

En cuanto a los espacios educativos, Cáritas explica que se trata de "centros comunitarios que ofrecen a los niños y jóvenes apoyo escolar, espacios para el deporte y el ocio, talleres de formación y de expresión artística. Actualmente, hay 184 espacios educativos en 42 diócesis para un total de 12.536 participantes". Las becas para las familias, en cambio, garantizan "un apoyo financiero concreto a las familias más pobres, a fin de promover la asistencia a la escuela y evitar que los alumnos se retiren". En la actualidad, hay 1.196 menores becados: el 5,30% asiste a la escuela preescolar, el 54,24% a la primaria y el 40,46% a la secundaria".

En cuanto a las becas universitarias, se conceden a los jóvenes que quieren continuar sus estudios. A cambio, "se comprometen a colaborar en los espacios educativos proporcionando apoyo escolar, coordinando talleres o animando espacios deportivos". El Plan Emaús apoya a 913 becarios universitarios". Además, Cáritas señala que "la mayoría de estos jóvenes representan la primera generación que tiene acceso, en su familia o en su comunidad, a estudios y calificaciones de nivel superior, rompiendo así el ciclo de pobreza del entorno del que proceden".

Para los jóvenes vulnerables, además, están disponibles los llamados "backpackers", es decir, los jóvenes "mochileros" - esta es la traducción literal -  que llevan los materiales necesarios para el estudio directamente a los lugares donde faltan. "Esta iniciativa -dice la nota de Cáritas- no sólo genera un espacio de comunicación y aprendizaje para los jóvenes más necesitados, sino que también contribuye a la formación y al crecimiento personal de los jóvenes que la llevan a cabo.

Por último, el último sector se refiere a la convivialidad, es decir, la oferta de bocadillos y pequeñas comidas dentro de los espacios educativos, de modo que los estudiantes también reciben apoyo en su alimentación, ya que las familias más pobres no pueden proveer cotidianamente la cena. Sabemos por experiencia que la inclusión y la equidad también son posibles gracias a la calidad de la educación que reciben nuestros niños", concluye Cáritas, "por eso, al comienzo de este nuevo año escolar, renovamos nuestros esfuerzos y compromiso para que todos los niños tengan las oportunidades que se merecen".