Celam: consagren sus países a la Virgen de Guadalupe
Ciudad del Vaticano
Ante la víspera de la Solemnidad de la Anunciación del Señor, el Celam propone a todas las Conferencias Episcopales a realizar un acto de consagración a la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de Guadalupe. Un acto se lee en el documento, que irá acompañado del rezo del Santo Rosario, y será transmitido por los medios de comunicación y las redes sociales, para que, se lee, llegue al mayor número de sacerdotes y fieles.
El documento recuerda la difícil situación que vive el mundo ante la expansión del Covid-19, llevando a los gobiernos a tomar medidas drásticas ante el creciente número de contagiados y de fallecidos. Al mismo tiempo, “esta crisis sanitaria ha despertado entre obispos, sacerdotes, religiosos (as) y laicos un esperanzador movimiento, usando creativamente los medios de comunicación y las redes sociales para acompañar al pueblo de Dios, confinados en sus casas, llevándoles mensajes de aliento y esperanza”, se lee en documento.
El Celam alienta a sus obispos ante la difícil situación sanitaria global. El organismo recordó que el pueblo de Dios, siempre, en “momentos críticos, como pestes y guerras, han suplicado con confianza la maternal protección de la Madre de Jesús”.
Finalmente, la carta expresa que "esta iniciativa será un gesto poderoso de fe y de esperanza en momentos donde hay temor e inquietud".
Al final el organismo ha propuesto esta oración:
Oración a la Virgen de Guadalupe Santísima Virgen María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive.
En estos momentos, como Juan Diego, sintiéndonos "pequeños" y frágiles ante la enfermedad y el dolor, te elevamos nuestra oración y nos consagramos a ti.
Te consagramos nuestros pueblos, especialmente a tus hijos más vulnerables: los ancianos, los niños, los enfermos, los indígenas, los migrantes, los que no tienen hogar, los privados de su libertad.
Acudimos a tu inmaculado Corazón e imploramos tu intercesión: alcánzanos de tu Hijo la salud y la esperanza.
Que nuestro temor se transforme en alegría; que en medio de la tormenta tu Hijo Jesús sea para nosotros fortaleza y serenidad; que nuestro Señor levante su mano poderosa y detenga el avance de esta pandemia.
Santísima Virgen María, "Madre de Dios y Madre de América Latina y del Caribe, Estrella de la evangelización renovada, primera discípula y gran misionera de nuestros pueblos", sé fortaleza de los moribundos y consuelo de quienes los lloran; sé caricia maternal que conforta a los enfermos; y para todos nosotros, Madre, sé presencia y ternura en cuyos brazos todos encontremos seguridad.
De tu mano, permanezcamos firmes e inconmovibles en Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
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