Marruecos: el Arzobispo de Rabat pide vivir este momento con fe
Ciudad del Vaticano
"Les escribo sobre la situación causada por el coronavirus en el mundo pensando en el bien común y en la salud de todos". Con estas palabras el Cardenal Cristóbal López Romero, Arzobispo de Rabat, Marruecos, se dirige a los fieles en una carta. Desde ayer, a disposición de las autoridades civiles, se suspendieron los cursos y todas las actividades educativas, desde los jardines de infancia hasta las universidades. Y para la Iglesia católica se trata de cerrar todas las escuelas de la Ecam (Eenseignement Catholique Au Maroc), el Instituto Al Mowafaqa y los centros culturales, pero también de interrumpir la catequesis, el catecumenado y los diversos encuentros.
Se prohíben las reuniones de más de cincuenta personas
Teniendo en cuenta que el Ministerio del Interior ha prohibido cualquier reunión con más de cincuenta personas, el Cardenal López Romero señala que las reglas deben ser observadas “no por miedo sino por amor”. “Debemos actuar en estricto cumplimiento de las normas (...) por temor a infectar a otros, es decir, por amor a los demás", afirmó el Purpurado y añadió:
Los cristianos quedan exentos del precepto dominical
A partir del domingo, en Marruecos, todos los cristianos están exentos del precepto dominical, las Misas serán celebradas sólo por los sacerdotes que, según informó el Arzobispo de Rabat, "rezarán por toda la comunidad y por el mundo entero". Naturalmente, junto con el sacerdote podrán participar algunas personas, por ejemplo catecúmenos que serán bautizados en la Pascua de este año, añade el Cardenal, o religiosos u otros sacerdotes concelebrantes, pero es necesario permanecer en casa. Será posible seguir la celebración eucarística dominical por televisión o por otros medios.
Invitación a la creatividad
La invitación a los fieles es a la creatividad y a promover la oración en la familia, sobre todo el rezo del Rosario. “Esta Cuaresma – escribe el Purpurado en su carta – que estamos viviendo nos invita a un ayuno que nunca habíamos pensado antes: la privación involuntaria de la Eucaristía”. Lo que de todos modos puede llevar a vivir literalmente la invitación de Jesús a orar donde dice: "Cuando ores, retírate a tu habitación más aislada, cierra la puerta y reza a tu Padre que está presente en secreto".
El Arzobispo de Rabat exhorta a la limosna y a la ayuda mutua y asegura que los sacerdotes, religiosos y agentes pastorales estarán disponibles para los enfermos, para llevarles consuelo, la Palabra de Dios y la comunión.
Exhortación del Cardenal López Romero
Además, en su sus carta a los fieles, el Cardenal López Romero exhorta a la limosna y a la ayuda recíproca, a la vez que asegura que los sacerdotes, las religiosas y los agentes pastorales estarán disponibles para los enfermos, para llevarles consuelo, la Palabra de Dios y la comunión. Por otra parte, el Purpurado trata de esbozar la enseñanza que podría dejar lo que está sucediendo.
Leer lo que sucede a la luz de la Palabra de Dios
Y explica que el coronavirus nos recuerda que “somos mortales, que somos débiles, que el hombre no es omnipotente, que la tecnología y la ciencia no pueden resolverlo todo". De manera que para el Arzobispo de Rabat es una lección de humildad para todos, porque "el virus no respeta fronteras y no distingue entre un país y otro". A la vez que las medidas que toma una nación tienen repercusiones inmediatas en otros, en la economía mundial, en el comercio y en las comunicaciones".
De modo que tal como señala el Cardenal López Romero, la realidad actual es como "una oportunidad para vivir y ser solidarios, una oportunidad para sentirse ciudadanos del mundo y miembros de la única familia que es la humanidad".
El coronavirus no es un castigo de Dios
Finalmente, el Cardenal advierte que “no se debe pensar que el coronavirus es un castigo de Dios, sería una blasfemia”. Y añade:
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