Arzobispo de Guayaquil: “Ecuador es un país de hermanos solidarios"
Juan José Dioses, periodista colaborador de Vatican News
Monseñor Luis Cabrera Herrera, Arzobispo de Guayaquil, concedió una entrevista a Vatican News para referirse a la compleja situación que vive la ciudad más poblada del país, donde el COVID-19 ha cobrado cientos de vidas y hay una lucha contrarreloj para darles un entierro digno.
En medio de la incertidumbre y el dolor que azota a Guayaquil, Monseñor Cabrera confirmó que los casos de fallecidos por coronavirus sobrepasan los datos oficiales anunciados por el gobierno ecuatoriano: “A esta situación desencadenada por el coronavirus también hay que agregar otras enfermedades que ya venían padeciendo muchos de los ciudadanos, y que ahora han terminado conduciéndolos a la muerte, eso hace que el número de fallecidos sea mucho mayor”, acotó.
Primer sacerdote fallecido por coronavirus
Por otro lado, Monseñor Cabrera reportó que en la Arquidiócesis de Guayaquil hay un sacerdote fallecido por coronavirus: “Al menos hemos tenido ya dos casos, uno que murió con sospecha de que había sido contagiado, y el segundo caso sí tenemos evidencias de que lamentablemente fue víctima del coronavirus y hemos tenido que sepultarlo cuanto antes”. Se refiere al padre Henry Gallardo, Vicario Judicial y párroco de Santo Tomás Moro.
“Los actores sociales y políticos deben dejar de lado las confrontaciones”
Monseñor Cabrera también se pronunció sobre el reciente comunicado del Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana que llama al cese de la confrontación entre actores políticos, dejando de lado los intereses particulares en beneficio de la unidad nacional:
“Todas las instituciones estatales, sociales, todos los actores políticos tienen que dejar de lado las confrontaciones. No se puede, en nombre de unos interés personales o partidistas, poner en riesgo mucho más de lo que el Ecuador está viviendo. Por eso, el llamado de la Conferencia es a la unidad, a dejar de lado los colores de banderas políticas o de posiciones ideológicas y sumarse en un solo esfuerzo, sabiendo que Ecuador es un país de hermanos solidarios”.
Precisamente, el Arzobispo de Guayaquil hizo un llamado a la solidaridad “para que todos los ecuatorianos, sintiéndonos responsables y superando los regionalismos, orientemos todas las fuerzas para tener alimento, que es lo que necesitamos, medicinas, objetos de limpieza, de tal forma que nuestra gente, especialmente la que está ubicada en las zonas marginales, tengan con qué alimentarse y curarse”.
Acciones de la Iglesia de Guayaquil
Para hacer frente a las necesidades más apremiantes de la ciudad, Monseñor Cabrera explicó que se han trazado “dos líneas muy bien marcadas: la solidaridad y la espiritualidad”. Actualmente la Arquidiócesis de Guayaquil “viene trabajando con varias organizaciones para la recolección y distribución de kits de alimentos, además del apoyo de 200 voluntarios y toda la infraestructura parroquial al servicio de este programa. En la dimensión de la salud, tenemos una red de dispensarios médicos que atienden a personas afectadas por otro tipo de enfermedades, de tal manera que los hospitales públicos están asumiendo la parte más difícil de atender a estos hermanos que han sido contagiados”.
“¿Cómo sostener a nuestro pueblo desde la fe?” – se pregunta Monseñor Cabrera – “como Iglesia asumimos este momento con responsabilidad, reconociendo el rol fundamental que ocupan las redes sociales para transmitir las Eucaristías, bendiciones, mensajes y oraciones a las personas que aman y creen en Dios. Así, espiritualidad y solidaridad son como dos alas, dos brazos que sostienen nuestra fe”.
Semana Santa: vivir en familia la fe
Entre sus principales actividades y celebraciones a puertas cerradas, el Arzobispo de Guayaquil anunció que durante la Semana Santa se impartirá la bendición con el Santísimo y la imagen del Cristo del Consuelo desde un helicóptero los días de Jueves Santo y Viernes Santo: “Así es como nosotros pensamos acompañar a nuestros feligreses en sus hogares, viviendo intensamente esos momentos tan importantes de nuestra fe”.
“Ahora más que nunca debemos tener en cuenta el valor de vivir en familia la fe, en el hogar, porque es ahí donde uno desde muy niño aprendió a conocer y amar a Dios, es el lugar que le corresponde y es en la familia donde viviremos esta dimensión profunda de fe”, precisó Monseñor Cabrera.
Finalmente, el pastor de Guayaquil se dirigió a todas las familias que viven días de dolor y oscuridad: “Nosotros como creyentes apelamos siempre a la confianza y a la esperanza que nos viene de Dios, esa confianza de saber que el Señor está siempre con nosotros, que nos acompaña, la esperanza de saber que Dios siempre sabe el momento de obrar, así lo ha hecho a lo largo de la historia, así ha realizado grandes prodigios. Que la confianza en Dios y la esperanza jamás desaparezca de nuestras vidas”, concluyó.
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