Obispos Brasil: no a la despenalización del aborto en caso de virus Zika

"No corresponde a ninguna autoridad pública reconocer selectivamente el derecho a la vida, asegurándolo a unos y negándolo a otros. Esta discriminación es inicua y excluyente; causa horror sólo pensar que hay niños que nunca podrán ver la luz, víctimas del aborto. La presidencia de la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB) escribe esto en una nota de siete puntos distribuida en su sitio web. El documento llega con vistas al 24 de abril, día en que la Corte Suprema de Justicia de la Nación examinará, en una sesión virtual, la Acción Directa de Inconstitucionalidad (ADI 5581) presentada por la Asociación Nacional de Defensores Públicos, que pide la despenalización del aborto si la mujer embarazada ha sido infectada por el virus "Zika", transmitido por el mosquito Aedes Aegypti y responsable de la microcefalia en el feto.

“Son leyes inmorales que imponen a los profesionales de la salud la obligación de actuar en contra de su conciencia, cooperando, directa o indirectamente, en la práctica del aborto", afirman los obispos brasileños.

Reiterando que la fe cristiana está comprometida, "de manera irrevocable", con la defensa de la vida en todas sus fases, desde la concepción hasta la muerte natural, la nota episcopal subraya que este compromiso no es sólo religioso, sino también cívico, porque es en cumplimiento de la Constitución Nacional que, en su artículo cinco, reafirma la inviolabilidad de la vida.

En el texto, la presidencia demuestra asimismo su preocupación y perplejidad, porque precisamente en el grave momento de la lucha por la vida, en esta época de pandemia, el Tribunal Supremo ha decidido examinar el ADI 5581 y reiteran la importancia de proteger la vida humana en toda su integridad, inviolabilidad y dignidad, ya que el derecho a la vida es incondicional y como tal debe ser respetado y defendido.

Fiel al Evangelio, además, la CNBB subraya su rechazo al aborto y a todas las iniciativas contra la vida, especialmente las que se aprovechan de situaciones de fragilidad que pueden afectar a las familias. "Estas son actitudes - se lee en la nota - que se utilizan contra los más vulnerables para poner en práctica los intereses de los grupos que desprecian la integridad de la vida humana".

La entidad espera y cuenta con que el Tribunal Supremo, guiado por el respeto a la inviolabilidad de la vida, en el horizonte de la fidelidad jurídica moral y profesional, finalice esta inquietante agenda, haciendo valer la vida como un don y un compromiso, en la negación y penalización del aborto, contribuyendo aún más decisivamente en esta reconstrucción de la sociedad brasileña sobre los fundamentos de la justicia, el respeto incondicional a la dignidad humana y la reorganización de la vida en la Casa Común, según los principios y parámetros de la solidaridad.