El Santuario de Pompeya continúa su labor de acoger a los marginados
Ciudad del Vaticano
El Santuario de Pompeya, ubicado en Nápoles, Italia, continúa con su labor de acoger a los más olvidados y marginados en estos tiempos de Coronavirus. De hecho, existen varias estructuras caritativas que, en cumplimiento de las normas de contención de la pandemia, permanecen abiertas y en las que los laicos, los religiosos y los sacerdotes siguen prestando asistencia a niños, ancianos, mujeres y madres en dificultad.
Ayuda en medio de la pandemia
Los Centros Educativos "Virgen del Rosario", confiados a las Hijas Dominicas del Santo Rosario de Pompeya, y "Bartolo Longo", dirigidos por los Hermanos de las Escuelas Cristianas, han tenido que suspender sus actividades en la sede, pero, como se informa en un comunicado, los educadores siguen estando cerca de los niños a través de mensajes y llamadas telefónicas, para ayudarles a superar los temores vinculados a la emergencia sanitaria; al igual que lo hace el Centro de Ayuda a la Vida.
No olvidar a los más necesitados
Por otra parte, el comedor para los pobres llamado "Papa Francisco", dirigido por la Orden de Malta, ha tenido que suspender el suministro de comidas pero proporciona alimentos en un supermercado afiliado.
Finalmente, la "Casa Emanuel" de las Hermanas Dominicas, situada en el interior del Santuario, sigue acogiendo a mujeres embarazadas, madres y niños. Tampoco se detiene el trabajo del Centro para el Niño y la Familia Juan Pablo II, que alberga varios refugios para niños y adultos en dificultades gestionados por diversas asociaciones con el apoyo del Santuario, y la "Comunidad de Encuentro", dedicada a la recuperación de los ex tóxicodependientes.
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