Volver a empezar con esperanza: la otra historia de Nembro
Fabio Colagrande – Ciudad del Vaticano
Estar cerca de todos, respetando la distancia, con discreción y sencillez, dando esperanza para el futuro. Es lo que muchas comunidades católicas han tratado de hacer en las semanas de la pandemia. Entre ellas se encuentra la de Nembro, una ciudad de Val Seriana, en la provincia de Bérgamo, tristemente conocida por no haber sido declarada "zona roja" anticipadamente y por la consecuencia de tener un número récord de víctimas de coronavirus. Algunos laicos, educadores del Oratorio San Filippo Neri de Nembro, escribieron al Papa Francisco contándole el compromiso de su párroco, el Padre Matteo Cella, que en los días del drama nunca se desanimó y fue capaz de involucrar a los niños de manera ejemplar.
Gracias a su impulso, los jóvenes de Nembro se han involucrado en la distribución de máscaras, en el reparto de folletos, en la ayuda con los deberes, en la organización de la misa dominical en streaming y en eventos musicales. Y todo esto con el objetivo de mantener las relaciones humanas y alimentar la esperanza de la población en los días más duros. Después de recibir la carta, tal como ha sucedido en otras ocasiones, el Papa Francisco llamó por teléfono al Padre Matteo para agradecerle a él y a su comunidad. Con emoción, este sacerdote nos ha dicho ante los micrófonos de Radio Vaticano Italia:
La emoción del Padre Matteo Cella
“¡Madre mía fue una emoción verdaderamente indescriptible! Todo sucedió tan de repente y la primera sensación fue que era una broma. Entonces el Papa fue muy bueno en eliminar toda duda con su tono de voz tan reconocible. En ese momento no supe qué decir, pero el Papa Francisco demostró que estaba bien informado de lo que sucedía en nuestra comunidad, en nuestra tierra, tanto desde el punto de vista de las emergencias, de los problemas que se producían a causa del virus, como sobre todo en lo que respecta a las acciones que la comunidad cristiana podía reactivar”.
Mensaje de esperanza
Y nos cuenta que el Papa expresó este agradecimiento que conmovió mucho a este Párroco y que lo impresionó también porque no cree haber hecho nada tan fuera de lugar. Sino que sencillamente – dice – “traté de cumplir con mi deber y hacerlo lo mejor que pude, involucrando a las personas que me parecieron capaces de ayudar a los demás a no sentirse solos, a sentirse cerca de un mensaje de esperanza y confianza en este momento en que había tanta necesidad”.
Llamada telefónica del Papa Francisco
En realidad, esta llamada telefónica del Papa Francisco no nació de una iniciativa suya, sino que la solicitaron algunos laicos de su oratorio. De hecho el Párroco cuenta que el mismo Papa se lo explicó, y que fue algo que lo sorprendió mucho. “Me dijo que alguien le había dicho lo que está pasando en Nembro. Entonces pude entender quiénes eran estas personas que, con un gesto de generosidad y sensibilidad que no esperaba, pensaron en escribir una carta al Papa Francisco para contarle la experiencia de nuestra comunidad”:
El norte de Italia más afectado
Teniendo en cuenta que su municipio está considerado como uno de los centros del norte de Italia más afectados por el virus Sars-CoV-2, ante la pregunta de cómo hablar de estos dos meses, el Padre Matteo afirma que han “vivido días muy difíciles con mucha gente infectada y unos ciento ochenta muertos en pocas semanas”. Sin embargo, afortunadamente, “ahora la situación ya no es una emergencia y las cosas parecen volver a la normalidad. Pero ciertamente ésta es una comunidad herida que ha perdido tanta gente, a tantos puntos de referencia”.
Esta comunidad– explica su Párroco – incluso fue citada en un momento dado por el hecho de que no había sido declarada "zona roja" a tiempo. “Pero hay otra historia de Nembro que podríamos contar: no sólo la historia de los enfermos, los muertos y los números. Hay una historia de ayuda, solidaridad que probablemente también se convertirá en una historia de memoria agradecida hacia las personas que nos dejaron demasiado pronto”.
"Fase 2" de la pandemia
Y ahora que la llamada "Fase 2" de la pandemia se está poniendo en marcha lentamente en toda Italia, el Padre Matteo nos dice que espera que las buenas energías que han generado y reunido, además de informado al Papa Francisco, se conviertan en un tesoro, “un punto de partida”. Como todas las comunidades de Italia, al igual que como tantas otras realidades del mundo, “también nosotros – afirma – en el tiempo anterior a la pandemia que llamamos ‘normalidad’, corremos el riesgo de caer en la costumbre, en la rutina. Me parece que en estas semanas de parada forzosa hemos visto el nacimiento de cosas nuevas. En la tristeza hemos generado una hermosa atención hacia los demás. Así que espero que podamos empezar de nuevo desde ahí: desde los mejores sentimientos, desde las buenas acciones, desde los grandes ejemplos que nos han ofrecido tantas personas preciosas y desde los jóvenes que han sido protagonistas para siempre en esta dramática situación”.
Empezar de nuevo
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