Europa. Provinciales jesuitas: auténtica solidaridad ética y social contra coronavirus
Lisa Zengarini - Vatican News
"Genuina solidaridad ética y social" para abordar juntos las dramáticas consecuencias del Coronavirus. Este es el apremiante llamamiento lanzado el 8 de mayo por la Conferencia de Provinciales Europeos de la Compañía de Jesús a las instituciones de la UE. El día en que Europa celebró el 75º aniversario de la victoria sobre el nazi fascismo y el final de la Segunda Guerra Mundial y en el 70º aniversario de la Declaración de Schuman, los jesuitas del continente pidieron respuestas solidarias a la emergencia actual, contra las presiones aislacionistas e individualistas que afectan sobre todo a los más vulnerables, conscientes de que las graves consecuencias humanas y sociales de la pandemia a nivel europeo y mundial sólo pueden abordarse conjuntamente.
"Ninguno de nosotros es un individuo aislado", subraya con fuerza el mensaje. Y es en esta "conciencia de nuestra inevitable interconexión" que nace el don precioso de la solidaridad". De ahí nace el cambio, la "conversión". Para los individuos, afirman los provinciales jesuitas, esta "debe manifestarse en la firme determinación de dedicar la vida y energía al servicio del bien común", testimonio en estas semanas en muchos países dado "por el incansable y valiente compromiso de los trabajadores de la salud, los funcionarios y los líderes políticos". Para los órganos políticos, continúa el documento, "la conversión significa transformar las estructuras de pecado que dañan las relaciones entre individuos y pueblos en estructuras de solidaridad". "Europa - recuerdan los jesuitas europeos - es el fruto de esta conversión institucional y encarna ella misma esta solidaridad", gracias a la cual, como subrayó el Papa Francisco, pudo resurgir después de los conflictos del pasado.
El documento también pide que se replantee el modelo actual de globalización porque, afirma con palabras de Francisco, "no se puede vivir sanos en un mundo enfermo". En este sentido, Europa también está llamada a la "solidaridad global" hacia el Sur del mundo, que es el más expuesto a esta crisis. De ahí el reiterado llamamiento a la cancelación de la deuda de los países pobres, a una mayor ayuda humanitaria, a una mayor cooperación para el desarrollo y a la reducción de los gastos militares en favor de los servicios sanitarios y sociales. Por último, el mensaje recuerda la suerte de los refugiados y solicitantes de asilo, incluidos los confinados en Europa: "La solidaridad europea debe extenderse urgentemente también a ellos", afirma.
Los provinciales jesuitas concluyen, por lo tanto, con la esperanza de que la crisis pueda ser "una oportunidad espiritual para la conversión", para el "cambio radical", sabiendo que "no podemos, ni como individuos ni como entidades políticas, esperar volver a la 'vieja normalidad'".
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