Laudato si’. Padre Carrasco: No podemos ser oidores pasivos, la tierra clama
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Hoy comienza la Semana Laudato sí’, que terminará el próximo domingo, en la cual se conmemora el quinto aniversario de la publicación de la Encíclica. En estos tiempos de pandemia, en la cual somos más conscientes de la importancia de cuidar nuestra Casa Común, espero que toda la reflexión y el compromiso común ayuden a crear y fortalecer actitudes constructivas para el cuidado de la creación”, con estas palabras pronunciadas por el Papa Francisco después de rezar la oración mariana del Regina Coeli, de este VI Domingo de Pascua, el Pontífice recordaba e invitaba a participar en la Semana dedicada a la conmemoración del V Aniversario de la publicación de su Encíclica sobre el cuidado de la Casa Común.
Un proceso de escucha: “Todo está conectado”
Al respecto, en Vatican News dialogamos con el Padre Roberto Carrasco, Misionero Oblato de María Inmaculada, Director de Radio Amistad de Aucayacu, Huánuco – Perú, quien también fue miembro del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica. Al inicio de la Semana Laudato sí, el Padre Carrasco explicó el tema que guiará todas las actividades de esta semana: “Todo está conectado”. En este sentido, el Misionero Oblato de María Inmaculada recordó que el Papa Francisco cuando publicó su Carta Encíclica, no sólo la dirige a los cristianos, sino a todas las personas de buena voluntad, que tienen una preocupación por lo que está sucediendo con nuestro planeta y por ello, todos estamos llamados a construir. “Creo que este punto es fundamental – afirmó el Padre Carrasco – todos tenemos que construir, todos tenemos que poner el hombro, como lo decía el Papa Francisco hace unos días hablando de la fraternidad, hay que promover la fraternidad, porque aquí, en el cuidado de la Casa Común no hay diferencia de ningún tipo, no debería haberla, al contrario, el proceso tiene que ser un proceso donde nos podamos escuchar”.
Nuestra misión en la Amazonia es de presencia y escucha
Asimismo, el Director de Radio Amistad resaltó la importancia de la Encíclica sobre el cuidado de la creación, como un instrumento importante en la vida de la Iglesia y la evangelización de los pueblos, sobre todo de los pueblos en la Amazonia. Los Oblatos de María Inmaculada llevan casi 60 años trabajando en la Amazonia peruana, de modo particular, en el Valle del Alto Huallaga, en la provincia de Leoncio Prado, región Huánuco, donde una de las características es que esta zona ha vivido por más de treinta años la violencia política, la violencia terrorista. “Aquí – precisó el Padre Carrasco – contamos con una gran cantidad de población indígena, muchos de ellos quechuas, que vienen de la sierra peruana y también gente autóctona, amazónica de aquí”. Teniendo presente esta población y esta dinámica, señalo el Religioso, “nuestro trabajo de alguna manera ha sido un trabajo de presencia, un trabajo de escucha, todavía continúa, y en esto la radio desempeña una labor fundamental, sobre todo para poder llegar a los lugares donde no podemos llegar, donde la ausencia de misioneros, la ausencia de personal es bastante grande”.
No podemos dejar de escuchar el grito de la tierra y los pobres
Por ello, en esta semana, afirmó el Oblato de María Inmaculada, no podemos dejar de escuchar ese grito, ese grito no sólo de la tierra sino de la gente, de los pobres. “Aquí, los misioneros Oblatos de María Inmaculada – subrayó – llevamos desde hace un buen tiempo un proceso, en el cual intentamos, en la medida de lo posible, de fomentar el protagonismo de los laicos, de acompañar los procesos de las comunidades campesinas, de las comunidades que tienen que ver mucho con un desarrollo que no ha sido nada fácil”. Entonces necesitamos todavía esforzarnos, meternos más en la escucha, porque “para que todo pueda estar conectado, para que todo pueda estar en armonía – como decimos en la Amazonía, señaló el Padre Carrasco – necesitamos ese granito de esfuerzo de poder escucharnos, de poder involucrarnos, de poder caminar con ellos y desde allí poder construir”.
Queremos hacer realidad los cuatro sueños de Querida Amazonia
En este sentido, el Padre Roberto Carrasco explicó cómo fue recibido y cómo se está aplicando el Documento Final del Sínodo de la Amazonia. “El Sínodo es el fruto del aporte de las bases, de las comunidades y esto es muy positivo porque el documento se ha recibido con mucha alegría, las comunidades se ven reflejadas en el trabajo, se ven reflejadas en las reflexiones, en los aportes, en las discusiones y los que hemos participado en el Sínodo hemos querido intentar llevar lo que la REPAM ha trabajado en todo el territorio”. Este punto de partida es muy bueno, porque esto hace creíble un trabajo de Iglesia, digo creíble porque hace que la gente se sienta partícipe de un proceso de reflexión, la gente se siente escuchada. Entonces, los misioneros reconocemos que estas tierras son sagradas, son tierra de misión y en este sentido, hay mucha gente, mucho deseo, mucho anhelo de que los sueños que el Papa Francisco ha expresado en “Quería Amazonia” sean cada vez más contagiados, la gente quiere contagiarse más de este sueño, de estos cuatros sueños y lo va a hacer en la medida que nosotros los misioneros podamos estar involucrados con ellos, podamos estar caminando con ellos, no podemos ser misioneros desde nuestra comunidad, tenemos que salir”.
El Covid-19 nos ha mostrado la fragilidad humana
Otro de los temas tratados con el Padre Roberto Carrasco fue la situación de las comunidades indígenas de esta región afectadas por el Covid-19. Al respecto, el misionero dijo que, “en este tiempo de pandemia las redes sociales, la radio, los medios de comunicación, todo este tipo de plataformas se han convertido en espacios de escucha”. Pero también son espacios para llegar a la gente, para llevarles la Palabra, porque hay mucha necesidad de Dios, hay mucha necesidad de escucha. En este tiempo de pandemia y con la ayuda de este Documento, les estamos compartiendo ese profundo llamado a la conversión que el Papa Francisco nos está haciendo, esa conversión integral. “Creo que la pandemia – señaló el Padre Carrasco – nos ha desnudado, nos ha hecho mirarnos cara a cara con una realidad tan humana, tan frágil, pero también tan rica, porque seguimos insistiendo a la gente que Dios no nos abandona y no tenemos que abandonarnos entre nosotros”. Aquí, hay muchos lugares en la Amazonía que están siendo afectados por el virus, y la Iglesia está jugando un papel importante, está dando testimonio. Por ejemplo, el trabajo que se hizo en Iquitos (ciudad amazónica peruana) ha servido de testimonio para motivar a la población a combatir este virus. “Qué bonito es cuando la gente dice: padre queremos implementar nuestro centro de salud, hagámoslo pues, hagámoslo juntos, no esperemos que el gobierno se mueva, poco a poco podemos dar la mano. Creo que este modo de solidaridad, este modo de apertura frente al otro se nos ha abierto de alguna manera con esta pandemia, lo veo como una oportunidad para mirar al hermano como lo que es, mi hermano”.
No podemos ser oidores pasivos, no podemos ser indiferentes
Finalmente, el Misionero Oblato de María Inmaculada señaló algunas iniciativas que se están llevando a cabo durante esta Semana Laudato si’. Principalmente, se está realizando un trabajo a través de la radio con microprogramas que la REPAM nos ha facilitado y que saldrán al aire desde el 18 hasta el 22 de mayo. Con ello se busca favorecer un proceso de reflexión, de concientización con programas especiales de una hora llamado: “Un nuevo diálogo es urgente”. Queremos seguir conociendo este maravilloso documento, Laudato si’, y profundizar sus contenidos y transmitirlos a través de otras emisoras. Con la ayuda de otros misioneros, sacerdotes y expertos poder explicar de una manera sencilla a la población el contenido de este documento. “Tenemos que convertirnos en oidores, no dejar de escuchar el grito de la tierra, no dejar de escuchar el grito de la gente. Tenemos que abrir bien los oídos para saber qué hacer, no podemos ser oidores pasivos, tenemos que actuar, de la forma más sencilla posible, porque los gritos son cada vez más profundos, son cada vez más duros y no podemos ser indiferentes a este grito”.
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