Perú. Iquitos: “Gracias por su solidaridad, con el oxígeno habrá menos muertos”
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Vivimos en el centro de la Amazonía que produce cantidad de oxígeno para el mundo y morimos por falta de oxígeno”, es lo que dijo el Administrador diocesano del Vicariato de Iquitos, Perú, el Padre Miguel Fuertes, explicando a Vatican News cómo la falta de este elemento puede agravar la difícil situación que se vive en la Amazonia peruana a causa de los contagios del coronavirus. Ya que desde hace días, en esta ciudad del oriente peruano, como en otras ciudades, se han terminado los balones de oxígeno para el tratamiento de los pacientes infectados por el Covid-19. Ante esta situación, la Iglesia de este Vicariato peruano se puso en marcha y lanzó una campaña para la recolección de fondos con la finalidad de instalar una planta para el llenado de los balones de oxígeno.
¿Cómo está afectando y cuál es el impacto del Coronavirus en esta región amazónica?
R.- El coronavirus en la población de la ciudad de Iquitos y también en la gente del río está afectando muy fuerte, porque hay cantidad de infectados, cantidad de gente enferma y también ya tenemos demasiados muertos. El Covid-19 está afectando mucho, se está extendiendo por la Amazonía puesto que también está en Guayaquil, en Manaos, e Iquitos, tres de las cuatro ciudades más afectadas, más golpeadas por el coronavirus es un impacto brutal porque las condiciones no de vida sino de salud en general, pues no son las más adecuadas. Anteriormente, estábamos con otra epidemia, del dengue, y por otras muchas cosas causadas casi siempre por la pobreza y esta pandemia pues ha venido a darnos más fuerte, este es la situación que estamos viviendo en Iquitos y en la zona amazónica del Perú.
¿Cuáles son las principales dificultades que tienen que afrontar en la atención de los pacientes infectados?
R.- La mayor dificultad que tienen los enfermos, las personas que se van contagiando es que los hospitales ya prácticamente estaban desbordado por las epidemias previas y ahora están más desbordadas. Se han adecuado otros espacios, como los centros de retiros de la Iglesia, se ha tomado un colegio pero todo está absolutamente desbordado. No solamente por la cantidad de enfermos que no encuentran ya un lugar donde estar adecuada y dignamente sino porque no es fácil encontrar medicinas, si se encuentran son muy caras y casi es un milagro encontrar oxígeno.
Por supuesto, el precio del oxígeno es prohibitivo para el 80 o 90% de las personas que viven en Iquitos y más aún para las personas que viven en el río. Al no tener oxígeno los familiares de los enfermos se pasan día y noche buscando en la ciudad un lugar donde encontrarlo y claro, al final todo es movimiento y contagio y hay más contagiados. En estos momentos se estarían necesitando de 500 balones de oxígeno diarios, en la ciudad de Iquitos y me parece que la producción no es suficiente, se está trayendo de Lima y 2 plantas que hay aquí andan sobre los 200 balones, significa que hay un déficit de 300 balones diarios de oxígeno con las consiguientes muertes por falta de oxígeno, sencillamente así. Si no hay oxigeno ya no pedimos respiradores, ya no pedimos otras cosas que sean imprescindibles para seguir viviendo sino lo más básico que es el oxígeno.
¿Qué otros problemas se han sumado a esta difícil situación para la atención a las personas contagiadas?
R.- Otro de los problemas que tenemos es la medicina. Hay días que no hay ninguna medicina de las necesarias, ni siquiera paracetamol o te venden a escondidas a unos precios inalcanzables para la mayor parte de la gente de Iquitos. Entonces, hay falta de medicina, falta de oxígeno, falta de implementos de bioseguridad para todo el personal de salud. Hasta el momento, llevamos cuatro doctores, cuatro médicos que han fallecido y alguna enfermera y algún otro personal sanitario. Todo esto afecta la moral de la gente que trabaja, pues hay más miedo entre la gente y han tenido que venir personal de salud de la capital, Lima, y espero que sigamos teniendo ayuda.
¿Cómo está procediendo la campaña de recolección de fondos para la planta de oxígeno?
R.- A partir de todo esto, la Iglesia de Iquitos vio la posibilidad de hacer una campaña de recaudación de fondos para instalar una planta. Teníamos la proforma de una planta de oxígeno por el valor de 400.000 soles y no teníamos ese dinero. Entonces, el domingo a las 10:00 de la mañana lanzamos una campaña y a eso de las 8 o 9 de la noche habíamos recaudado un millón de soles, la meta era 400.000 y teníamos un millón. Hasta el martes por la tarde hemos llegado al millón y medio. Con ese fondo hemos tomado la decisión de comprar dos plantas de oxígeno trayéndolas para Iquitos, sabemos que esto no soluciona el problema porque conseguiríamos tener unos 60 balones más de oxígeno diario, lo que se busca es que haya oxígeno para todos.
Entonces la campaña ha sido una inyección de esperanza para todos y de hecho han aportado la gente más humilde y la gente que más tiene, todos absolutamente todos en Iquitos, en Perú, en el extranjero, cantidad de gente de fuera del Perú que están aportando. También se han ofrecido algunos profesionalmente, muchísimas personas para ayudarnos en todo esto esperamos en pocos días tener la primera planta ya funcionando en el Hospital Regional de Loreto e inmediatamente traer la otra planta para que también funcione en el hospital y desde ahí distribuir el oxígeno a los lugares donde se necesite.
¿Cuál ha sido la respuesta de la población a las medidas sanitarias emitidas por el gobierno, sabiendo que tienen un gran arraigo a la medicina tradicional?
R.- La gente al principio recibió la información de que había aislamiento social, de que había el coronavirus, el Covid-19 y todo lo demás, pero no ha entendido mucho porque lenguaje que se utiliza, ese lenguaje oficial, ese lenguaje de Lima que no tiene en cuenta la cultura amazónica, no tiene en cuenta la forma de ser y bueno, los pobladores de Iquitos salían como “unos díscolos, la gente de la selva como unos brutos que no saben, que no entienden, hay que meterles palo, hay que meterles bala, ojalá se mueran todos y así quedamos tranquilos, son algunas expresiones que tristemente hemos visto escritas y hemos escuchado en diferentes medios de comunicación del mismo Perú”.
Entonces, ahora están asustados sobre todo en la ciudad de Iquitos porque ven los muertos, ven como los afecta y acuden en busca de medicinas y por supuesto todos buscamos medicinas caseras, remedios caseros, tradicionales; pero también se necesita y buscamos las medicinas de farmacia, el problema es que como dije antes no las hay. Entonces la gente si acepta la medicina de farmacia química, sobre todo cuando en estos momentos que están viendo como el vecino muere, el familiar también, etc. y el problema ha sido qué el lenguaje utilizado no ha sido el adecuado para trasmitir lo que se nos venía en la cultura amazónica y las culturas indígenas.
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