El Arzobispo de Granada llama a la caridad y a una economía más humana
Mireia Bonilla - Ciudad del Vaticano
“Nunca ha sido tan evidente que lo esencial del cristianismo está en la caridad y que esa caridad no tiene que ser –diríamos- simplemente la obra de una organización, sino la obra de todos”. Con estas palabras empieza su video-mensaje Don Javier Martínez, arzobispo de Granada, hecho público en la página web de la Arquidiócesis de Granada (España).
El arzobispo español se dirige a todos los fieles cristianos granadinos, pero también a todas personas que por casualidad escuchan este mensaje. A todos les hace un llamamiento a “vivir la caridad de la manera que podamos y a cooperar unos con otros para reconstruir nuestra conciencia de pueblo cristiano, nuestra conciencia de que pertenecemos al pueblo de Dios”. Y el pueblo de Dios – dice – “es la Iglesia”. Por ello, insiste, “todos estamos llamados a vivir esa vocación en primera persona, no delegando en otros, no delegando ni siquiera en los sacerdotes o en los párrocos. Todos somos portadores del Señor en nuestra vida”.
Retomar la vida del campo
En su mensaje también ha hablado de otras cuestiones, como lo es la agricultura y la vida del campo. Para Mons. Javier Martínez “no hay cultura sin agricultura y no hay ningún periodo de la Historia que pueda llamarse “post-agrario”. La agricultura – dice – “se ha vuelto muy industrial en muchos aspectos, pero eso está destrozando también muchas partes de la Tierra, y una sociedad sana sólo puede construirse sobre comunidades sanas. Y comunidades sanas tienen que tener un determinado tamaño; si pasan de ese tamaño, dejan de ser sanas”. En este sentido además, pide que se recupere “ese sentido y ese valor”: “hay que recuperar la cultura agraria, en el mejor sentido de la palabra”.
Se debe reorganizar la economía
Luego, el arzobispo de Granada asegura que “tenemos que reorientar nuestra economía”: “Volver a hacer de la economía la ley del hogar y, por lo tanto, algo donde prevalece la gratuidad, la generosidad, la bondad, la misericordia de unos con otros sobre la multiplicación de beneficios y la multiplicación o acumulación de bienes de este mundo”.
El consumismo no hace crecer la calidad de nuestras vidas
Al final del video-mensaje, hace una reflexión acerca del consumismo que invade al mundo: “Muchos bienes de este mundo no los necesitamos y es posible que el incremento inmenso del consumo haga crecer lo que se llama la economía oficial o la economía ortodoxa, pero no hace crecer la calidad de nuestras vidas”. Es por ello que invita a “ recuperar una economía que esté a nuestro servicio, al servicio de los hombres y no una economía a la que nosotros tengamos que servir, sacrificándole todo lo que somos y todo lo que vale nuestra vida, empezando por nuestras familias”.
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