Obispos de Guatemala: La pandemia ha evidenciado lo injusto de la sociedad
Alina Tufani-Ciudad del Vaticano
“La enorme desigualdad social en este país con una tasa de pobreza que podría elevarse a más del 60%, la inoperancia del sistema de salud, la ineficacia de políticos corruptos”. Estas son solo algunas de las fallas que los obispos de la Conferencia episcopal de Guatemala (CEG) señalan como evidencias de una sociedad injusta que se ha revelado dramáticamente en el curso de la pandemia por Covid-19. Pero además, “el miedo, el acaparamiento, la estigmatización social y otros males” como la violencia son parte de una situación que para la Iglesia solo pueden tener respuesta un contexto de diálogo nacional.
Ante este panorama, agravado por la pandemia de coronavirus, los obispos en un llamado urgente a las autoridades para que emprender programas destinados a paliar la enfermedad y la carestía, en especial en los municipios afectados por la sequía, conocidos como “corredor seco” que abarca a 82 municipios del país, marcados por la pobreza extrema. “Se percibe aún – denuncian los obispos - una baja ejecución en los fondos destinados a la atención de los más vulnerables y sobre todo a trabajar a largo plazo para superar las raíces de la injusticia en Guatemala”.
Reformas constitucionales
Los obispos advierten, en particular, sobre las reformas constitucionales que en estos momentos se discuten en el país y que comenzarán con los cambios sobre la elección de magistrados a la Corte Suprema de Justicia. En este contexto, el mensaje subraya que" la emergencia no debe hacer que se deje de lado la atención a la honestidad y transparencia", en particular, “en el proceso de elección de magistrados a las cortes, crucial para el futuro de la administración de la justicia en el país”.
La sociedad ha demostrado también solidaridad
Pero así como la pandemia ha evidenciado los males que aquejan al pueblo guatemalteco, también ha puesto de relieve la capacidad de solidaridad, de entrega y de servicio de tantas personas, como la de los profesionales de la salud. “Se ha fomentado – se lee en el mensaje - la capacidad de proyectar un futuro distinto, es tiempo para la esperanza, el futuro próximo post pandemia nos pide crear, construir, soñar juntos una nueva sociedad, una renovada y nueva relación con la madre tierra y con los demás”.
Los obispos recuerdan que en la Sagrada Escritura, las catástrofes son ocasiones en las que "Dios nos convoca para volver a Él y corregirnos", pero también advierten sobre la tentación del hombre de construir una sociedad al margen de Dios: “Hemos pretendido decidir sobre el bien y el mal, creyendo que podemos reinventar la familia, reestructurar la sexualidad humana, decidir sobre el inicio y el término de la vida humana, pretender vivir sin ética ni moral objetiva, hasta producir las injusticias sociales”. “La pandemia nos hace caer en la cuenta de que la vida humana es frágil e inconsistente” concluyen los obispos guatemaltecos que hacen un llamado todo el pueblo de Dios a “fortalecer las rodillas que flaquean”, a unir fuerzas en las familias, en las comunidades, parroquias y diócesis, en todas las comunidades, a “aprovechar bien el momento presente, porque corren tiempos malos”.
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