Sudán del Sur: escalada de violencia, llamamiento ecuménico por la paz
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
De la violencia cometida se tendrá que rendir cuentas a Dios: es la advertencia lanzada por el Consejo de Iglesias del Sudán del Sur (SSCC, por sus siglas en inglés) en una nota difundida en los últimos días y reportada por el blog de Amecea (Asociación de miembros de las Conferencias Episcopales de África Oriental). En el texto se hace referencia a la escalada de brutalidad perpetrada "en casi todos los Estados" del país: en particular, se condena enérgicamente "el agravamiento de la pérdida de vidas humanas y la destrucción de bienes pertenecientes a poblaciones ya empobrecidas por conflictos anteriores".
Dios nos hará responsables de esta brutalidad
Episodios dramáticos que "entristecen profundamente" a la Iglesia en el Sudán del Sur, continúa la nota. De ahí la referencia al hecho de que "Dios nos mira y nos hará responsables de la falta de respeto a la sacralidad de la vida". Al mismo tiempo, el organismo ecuménico hace un llamamiento a la "construcción de la paz", instando al gobierno a encontrar formas de detener los enfrentamientos en curso y hacer que la gente adopte el camino de la reconciliación.
Que los políticos sean fieles a los acuerdos firmados
"Pedimos al gobierno revitalizado de transición por la unidad nacional - escribe el SSCC- y a todos los grupos de oposición que pongan fin inmediatamente a esta devastadora y múltiple violencia". Se invita también a la población a "una coexistencia armoniosa, porque todos estamos ligados por el destino y el amor mutuo en esta amada tierra nuestra". Dirigiéndose asimismo a los líderes políticos, el Consejo de Iglesias recomienda que "sean fieles a los acuerdos y declaraciones que han firmado y aseguren su plena y oportuna aplicación". "Exhortamos, en nombre de Dios," continúa el texto, "a todos nuestros líderes políticos para que valoren al pueblo más allá del poder y los intereses del partido. Por lo tanto, pedimos un cese inmediato de las hostilidades y la formación de gobiernos provinciales".
Arrepentimiento, perdón y reconciliación con Dios
También se hace un fuerte llamamiento al sentimiento de arrepentimiento colectivo para curar las heridas del pasado: "Pedimos al pueblo del Sudán del Sur que se arrepienta de sus pecados, que se perdone mutuamente y se reconcilie con Dios". Por su parte, las Iglesias aseguran que permanecerán fieles a su "ministerio de reconciliación": "Seguiremos rezando y trabajando por nuestro país, porque creemos que todavía hay esperanza. No nos demos por vencidos", concluyen los líderes religiosos.
La guerra civil estalló en 2013
Formado el 22 de febrero de este año, el Gobierno de transición por la Unidad Nacional también se define "revitalizado" ya que asume en parte el del 2011, presidido por Salva Kiir y con su rival directo Riek Machar entre los vicepresidentes. El enfrentamiento entre los dos líderes provocó, en 2013, el estallido de una guerra civil que duró algún tiempo, también debido a la reavivarse de las tensiones étnicas y tribales.
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