Celam. 65 años de la I Conf. General del Episcopado Latinoamericano
Ciudad del Vaticano
Hace 65 años se inició la I Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Río de Janeiro. "Vocaciones y formación del clero secular" fue el tema que ocupó a los Obispos de ese tiempo en una reflexión que se prolongó hasta el 4 de agosto.
En un comunicado de prensa del Celam, en el que celebra este aniversario, la directiva del Consejo recuerda que ya desde esta primera Conferencia, los obispos describían el panorama social del pueblo latinoamericano y advertían que, no obstante el cúmulo de bienes que la providencia había depositado en él, no todos disfrutaban de “tan rico tesoro y muchos de sus habitantes vivían en una situación angustiosa”.
Desde esta perspectiva, se lee en el texto, trataron los problemas sociales, las misiones, los pueblos originarios, la población afrodescendiente, los inmigrantes y la gente del mar. Desde la Doctrina Social de la Iglesia llamaban a una triple tarea: de iluminación, de educación y de acción.
“Con el fin de difundir la fe y que ésta forme integralmente el pensamiento, las costumbres y las instituciones de nuestro Continente, la Conferencia de Rio de Janeiro consideró indispensable un clero numeroso, virtuoso y apostólico. La escasez de sacerdotes fue analizada como uno de los principales problemas y se hizo un llamado para que las vocaciones sacerdotales se consideraran en todas las Diócesis como la obra fundamental e inaplazable. Con similar preocupación se abordaron los temas del clero nacional, los religiosos y religiosas”, escribe el Celam.
Un 25 de julio de 1955, el Papa Pio XII convocó esta Conferencia general, y de allí se le solicitó al Papa la “creación del Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, con el objetivo de estudiar los problemas que interesan a la Iglesia en América Latina, coordinar actividades y preparar nuevas Conferencias del Episcopado Latinoamericano con los nuevos desafíos de los tiempos cambiantes.
“El CELAM, desde este acento fundacional, a lo largo de su existencia, ha favorecido procesos de evangelización y servicio eclesial; su acción se ha visto especialmente estimulada por la presencia y el mensaje de los Santos Padres San Pablo VI, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora el Papa Francisco, todos ellos han dejado sentir su cercanía y su palabra orientadora en todos los países de nuestro Continente. Seguimos poniendo a nuestros pueblos en las manos maternales de la Santísima Virgen María, nuestra Señora de Guadalupe y a ella le pedimos su intercesión para seguir avanzando en estos procesos de Evangelización como Iglesia en salida, misionera y sinodal”.
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