Bolivia a cinco años de la visita del Papa
Ciudad del Vaticano
Alegría, encuentros humanos, diálogo, reflexión, motivación, vocaciones. Estos son algunos de los frutos provocados tras la visita del Papa Francisco en Bolivia, de la cual ya han pasado cinco años. Si bien, los frutos no pueden ser medidos, puesto que ellos solo “depende del actuar del Espíritu Santo”, el Padre José Fuentes, Secretario General Adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana, expresa su opinión acerca de los frutos a partir de aquella visita del Santo Padre.
Encuentro, diálogo e identidad
El Secretario General explicó que ya desde la preparación de la visita, hubo grandes encuentros humanos, sobre todo entre la Iglesia y el Gobierno, lo cual ayudo “a despejar prejuicios, desconocimiento mutuo y desconfianza”, así como a entrar en un verdadero diálogo por el bien de la sociedad.
A su vez, dentro de la misma Iglesia boliviana, ayudó a reflexionar sobre la figura del Santo Padre y su mensaje, lo cual “ha colaborado a la profundización de la fe cristiana”. Toda la Iglesia movilizada por aquella visita, dio paso a una manifestación popular que puso de manifiesto la identidad católica del pueblo boliviano, “y ha levantado la estima y el orgullo” de ser parte de esta Iglesia.
Una vida memoriosa, una vida de comunión
El Santo Padre durante su visita en el país sudamericano, realizada del 8 al 10 de julio del 2015, hizo un recorrido por las ciudades de El Alto, La Paz y Santa Cruz, donde encontró al Presidente boliviano, a los Obispos, a sacerdotes, a consagrados y consagradas, y al pueblo boliviano en general. En aquel viaje, el Pontífice recordó la importancia de participar de la vida de Jesús, y que, a través de cada persona, esta vida se multiplique en la sociedad: “No somos personas aisladas, separadas, sino somos el Pueblo de la memoria actualizada y siempre entregada”, afirmó el Papa durante la Misa en la Plaza de Cristo Redentor.
“Una vida memoriosa necesita de los demás, del intercambio, del encuentro, de una solidaridad real que sea capaz de entrar en la lógica del tomar, bendecir y entregar en la lógica del amor”, dijo el Papa.
Antes de su partida, el Papa pasó unos momentos delante de la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia, a quien dirigió estas palabras: “En este momento pongo en tu corazón mis oraciones por todas las peticiones de tus hijos, que he recibido en estos días: te suplico que los escuches; concede a ellos tu aliento y tu protección, y manifiesta a toda Bolivia tu ternura de mujer y Madre de Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén”.
Bolivia, unida por la fe en Cristo
“El movimiento que ha generado, los encuentros interpersonales, la escucha de los mensajes papales, el encuentro con la humanidad del Santo Padre, son una cantidad de experiencias, cuya efectividad, difícilmente podemos medir”, dijo el Secretario General.
Subrayando el aumento en el numero de las vocaciones desde aquella visita, el Padre Fuentes hace un llamado a seguir orando, reflexionando y a poner en práctica, personal y comunitariamente, el mensaje dejado por el Papa: el llamado “a ser una Iglesia más misionera y comprometida con los pobres, así como a ser verdaderos servidores del pueblo”. Es tiempo de “construir una Bolivia unida desde la diversidad de nuestras culturas; unida por la fe en Cristo”, finalizó el Padre Fuentes.
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